Zaylan, un bebé que nació extremadamente prematuro y al que se daban pocas posibilidades de sobrevivir, crece ahora sano en casa. La conmovedora historia del pequeño, que tuvo que pasar 181 días en cuidados intensivos antes de ser dado de alta, se considera un milagro para la medicina.

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La madre Krysten Michelle y el padre Janerio Reed recibieron la noticia de que esperaban su primer hijo en agosto de 2022. Sin embargo, a la alegría siguieron una serie de dificultades cuando la joven empezó a sangrar a las 23 semanas y seis días de gestación. El cuadro empeoró rápidamente, provocando un parto prematuro. “Me dijeron: ‘Vas a tener a este bebé hoy. Probablemente no sobreviva’”, recordó a Good News America.

Debido a la gravedad de la situación, Krysten fue trasladada en helicóptero a la unidad de cuidados intensivos neonatales del hospital UPMC Magee-Womens. “Daba miedo porque nadie podía acompañarme. No dejaba de pensar que todo iba a salir bien”, afirmó.

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Zaylan nació el 23 de diciembre de 2022, con un peso aproximado de 635 gramos. “Era tan pequeño que cabía en la palma de mi mano”, recordó su madre. El pequeño tenía un agujero en el corazón y necesitaba oxígeno constante, además de ser diagnosticado con Retinopatía del Prematuro (ROP), una afección ocular común en los bebés prematuros.

Los médicos realizaron una intervención quirúrgica para tratar la retinopatía del prematuro y administraron esteroides para ayudar a desarrollar los pulmones de Zaylan, lo que le permitió seguir en tratamiento durante dos días más. “Ha sido un largo camino, pero es un pequeño luchador”, dijo.

Tras 181 días de cuidados intensivos, Zaylan recibió el alta el 21 de junio de 2023. Para Krysten y Janerio, volver a casa fue un momento de celebración y alivio. “Fue irreal tenerlo en casa y bastante loco”, dijo Krysten. “No puedo creer lo pequeño que era. Ahora es muy gracioso. Me mira de reojo, sonríe y se ríe todo el tiempo”, dijo.