Rachel Prochnow, de Texas (EE.UU.), se enfrentó a una batalla de salud que se saldó con la pérdida total de visión en uno de sus ojos tras un grave error mientras llevaba lentes de contacto. Durante un baño, la joven, que en ese momento estaba embarazada de 34 semanas, contrajo una infección ocular causada por un parásito presente en el agua, que le provocó una queratitis por acanthamoeba.

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El problema comenzó con una ligera irritación en el ojo derecho, pero rápidamente se convirtió en un dolor intenso. «El dolor hace que el trabajo parezca un paseo por el parque, absolutamente irreal», declaró Rachel al Daily Mail. En sólo dos semanas perdió por completo la visión de ese lado.

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Rachel, que llevaba lentes de contacto desde los 12 años, siempre había sido muy higiénica: se las quitaba antes de acostarse y esterilizaba los estuches. Sin embargo, no sabía que actividades como ducharse o nadar con las lentillas puestas podían aumentar el riesgo de infecciones oculares. «Creía que lo hacía todo bien. Y no era así», lamentó.

Tras diagnosticarle queratitis por acanthamoeba, los médicos decidieron inducir el parto de Rachel a las 27 semanas de gestación debido a la gravedad de la infección. «Dos meses después de dar a luz, seguía luchando contra esta dolorosa enfermedad», afirmó.

Rachel pasó por cinco diagnósticos erróneos hasta que encontró especialistas que confirmaron la infección. Le rasparon la córnea y empezó un tratamiento intensivo con colirios que tuvo que aplicarse cada 30 minutos durante tres meses. Sus padres y su marido, Cameron, fueron fundamentales en este proceso, ofreciéndole apoyo continuo. «Si mis padres y Cameron no se hubieran volcado totalmente en ayudarme a superarlo, sin duda habría perdido el control», afirmó.

Tras un año de tratamiento y 82 citas médicas, se sometió a una intervención quirúrgica para sustituir su córnea por una de un donante fallecido. La operación fue un éxito y, aunque su visión sigue sin ser perfecta, ahora puede ver y leer letras más grandes en una tabla optométrica, utilizando gafas correctoras.

Rachel se dedica actualmente a concienciar sobre la queratitis por acanthamoeba, compartiendo su historia para alertar a los demás de los riesgos asociados al uso de lentes de contacto en situaciones inadecuadas. Además, se dedica a criar a su hijo de un año, Lachlan, que nació en julio de 2023.