Parece de película, pero es real. 15 días antes de su boda, una mujer decide romper su compromiso para tener una aventura con la amiga que, hasta entonces, sería su madrina en la ceremonia. La protagonista de esta película es Kayla Doody, entrenadora personal.
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Kayla creció en Houston, Texas, y tuvo problemas en la escuela desde muy pequeña. Sufrió acoso escolar, lo que afectó negativamente a su autoestima. “Nunca sentí que encajara”, declaró a The Sun. Durante años, aunque salió con hombres, siempre sintió que le faltaba algo. En 2018, tras años de amistad, Kayla empezó a salir con Harry. Aunque se sentía cómoda en la relación, en el fondo sabía que no era el tipo de pasión que la arrasaría.
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En 2022, la vida de Kayla experimentó un cambio significativo. Conoció a Erika, la mujer de Dan, uno de sus clientes del gimnasio. Las dos entablaron rápidamente una profunda amistad. Con el tiempo, ellas y sus parejas se hicieron inseparables. En febrero de 2023, Kayla se comprometió con Harry. Sin embargo, unos meses después, Erika le confesó que iba a separarse de Dan, su marido, tras haberse liado con otra mujer.
Esta revelación sacudió a Kayla hasta la médula. “La cabeza me daba vueltas. Enseguida sentí celos de esa otra mujer, y de repente me di cuenta de que sentía algo por Erika”, confesó.
Nueva pasión
Fue entonces cuando Kayla se dio cuenta de que estaba enamorada de Erika. La atracción entre ellas creció y el coqueteo se intensificó. Kayla sabía que no podía seguir con Harry. Así que empezó a evitar la intimidad y, semanas antes de la boda, tomó la difícil decisión de poner fin al compromiso.
La decisión fue complicada, sin duda. Sin embargo, cuando informó a Erika de que cancelaba la boda, Kayla sintió una mezcla de alivio y pánico. Cuando le contó a Harry lo que sentía por Erika, él se quedó atónito. Aunque estaba enfadado, pareció darse cuenta de que su relación no tenía futuro. Unos meses más tarde, Erika también le reveló la verdad a Dan y ambos se separaron.
Kayla y Erika se casaron
En abril de 2024, por fin llegó el gran día. Kayla y Erika se casaron en una ceremonia íntima, rodeadas de amigos y familiares. “Sabía que me casaba con mi alma gemela”, dijo Kayla, sin ningún remordimiento.
Hoy, la pareja vive en Florida y ya está haciendo planes para el futuro. Planean formar una familia mediante fecundación in vitro, y Kayla está escribiendo unas memorias sobre su viaje de autodescubrimiento.
