Xueli Abbing fue abandonada de bebé por sus padres a las puertas de un orfanato en China. Nacida con albinismo, una rara enfermedad genética, su piel y pelo claros la convirtieron en blanco de prejuicios en un país donde la condición es vista por algunos como algo negativo. La política del hijo único vigente en la época agravó la situación, llevando a muchas familias a abandonar a los niños con discapacidades.

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A los tres años, Xueli fue adoptada por una familia holandesa. Su carrera de modelo comenzó por casualidad a los 11 años, cuando fue invitada a un desfile de moda en Hong Kong para una campaña llamada ‘perfectas imperfecciones. Desde entonces, ha protagonizado varias campañas, aparecido en las páginas de Vogue Italia y trabajado con marcas de renombre como Kurt Geiger.

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Hoy, con una gran historia de superación y una carrera de éxito, Xueli utiliza su visibilidad para concienciar sobre el albinismo y luchar contra los prejuicios a los que se enfrentan las personas con esta condición. “Quiero utilizar la moda para hablar del albinismo y decir que es una enfermedad genética, no una maldición”, declaró en una entrevista a la BBC. También subraya la importancia de la inclusión en la industria de la moda, donde las personas con diferencias y discapacidades ganan cada vez más espacio.

A pesar de las dificultades visuales causadas por el albinismo, que reducen su visión a un 8-10%, Xueli sigue modelando y desafiando los cánones estéticos. La modelo cree que su condición le da una perspectiva única, valorando más la belleza interior que los estándares convencionales. “Quiero que otros niños con albinismo sepan que pueden hacer y ser lo que quieran”, subrayó.