Virginia McCullough, de 36 años, fue condenada a cadena perpetua en Essex (Inglaterra) el pasado viernes 11 de octubre, tras un inquietante caso en el que convivió macabramente con los cadáveres de sus padres. En primer lugar, engañó a amigos y familiares sobre su paradero, alegando que estaban enfermos o de viaje.
Detalles inquietantes de la investigación
Además, la investigación policial reveló algunas escenas espeluznantes. Según las imágenes captadas por las cámaras policiales, Virginia explicó fríamente cómo había ocultado los cadáveres de sus padres, manteniéndolos en el interior de la casa. El cuerpo de su padre estaba colocado en un ‘mausoleo casero’, construido con bloques de mampostería, mientras que el de su madre estaba oculto en un armario, envuelto en un saco de dormir.
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Consecuencias y sentencia
Virginia mantuvo la farsa durante cuatro años sin levantar sospechas. Sin embargo, la verdad salió a la luz y fue condenada. Como consecuencia, tendrá que cumplir 36 años de prisión antes de poder optar a la libertad condicional. En definitiva, el caso generó indignación y suscitó dudas sobre el estado mental de la condenada.