Li Haiyu, una mujer china de 47 años, ha pasado la mayor parte de su vida buscando justicia para su hermano menor, Li Huanping, asesinado en 1992 a la edad de nueve años. Su incesante búsqueda, marcada por décadas de frustración y dolor, culminó con la histórica captura del criminal en 2020, tras tres años de conversaciones encubiertas con él.

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La pesadilla de Li Haiyu comenzó en diciembre de 1992, cuando un hombre secuestró a su hermano en venganza por una discusión con su padre. En aquel momento, la policía inició una búsqueda, pero fue incapaz de encontrar al chico. Su cadáver no apareció hasta meses después, en 1993. Sin embargo, el padre de Li nunca dijo a su familia que el niño había sido asesinado.

Li Haiyu creyó durante mucho tiempo que su hermano seguía vivo. Según el Xiaoxiang Morning News, empezó a buscar a su hermano menor en 1997 y pasó años investigando cualquier pista que pudiera encontrar. No fue hasta 2014, cuando el padre de Li se quitó la vida, que dejó una carta en la que revelaba que un hombre llamado Yi Mouqing había asesinado a Li Huanping, además de dar su ciudad natal y detalles sobre su aspecto. Esta revelación motivó a Li Haiyu a continuar la búsqueda.

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Una mujer pasó 3 años hablando con el asesino de su hermano

Decidida a encontrar al responsable del crimen, Li Haiyu se trasladó a Ningbo, la ciudad donde se creía que estaba el asesino. En ese momento, se puso en contacto con un hombre llamado Yi Mouhua, que coincidía con la descripción del asesino, y, bajo el pretexto de buscar trabajo, empezó a hablar con él. Durante tres años, se ganó la confianza de Yi, hasta que finalmente, en 2019, reveló su verdadera identidad: «Me llamo Yi Mouhua, pero Yi Mouqing es mi nombre de infancia. Dos nombres, pero una sola persona”.

Li Haiyu se mordió la lengua de emoción al oír al asesino de su hermano confirmar su identidad. Pero no lo dijo, por miedo a levantar sospechas. Inmediatamente llamó a la policía tras confirmar su sospecha.

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Las autoridades detuvieron a Yi, pero en 2020 el tribunal lo puso en libertad por falta de pruebas suficientes. La batalla legal continuó hasta 2022, cuando reabrieron el caso. En septiembre de 2024, Yi Mouqing admitió finalmente su delito. Durante el juicio, Li Haiyu se sintió indignada por su actitud arrogante. Incluso esperaba que el asesino de su hermano recibiera la pena de muerte por el crimen.

Ahora que se ha hecho justicia, Li Haiyu planea llevar los restos de Li Huanping a su ciudad natal, donde por fin podrá descansar en paz.