Las dos policías Seema Devi y Suman Hooda han realizado una labor encomiable al encontrar a más de 104 niños desaparecidos en los últimos nueve meses en Nueva Delhi (India). Se han enfrentado a muchos retos.

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Así que las jefes de policía viajaron a varias zonas remotas del país y tuvieron que superar barreras lingüísticas, a lugareños reservados e incluso a las familias, que no tenían pistas recientes sobre los niños.

A pesar de todos estos obstáculos, nunca se rindieron y, poco a poco, hicieron felices a varias familias.

Con la ayuda del equipo cibernético y de personas sin hogar, localizaron a los pequeños y tuvieron éxito en casi todas las operaciones.

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La pareja forma parte de la unidad de lucha contra la trata de seres humanos en el distrito norte del país.

Todos los rescates tienen lugar entre marzo y noviembre en el marco de la operación Milap. Entre los mayores retos estaban la topografía y la falta de familiaridad con la gente y el lugar.

En estos casos, pidieron ayuda a la policía local. “Hubo casos en los que los números de teléfono que los menores utilizaban para contactar con la gente estaban apagados. En estos casos, pedimos ayuda al equipo cibernético para determinar la última ubicación del teléfono”, explicó Seema.

Para tener éxito en sus operaciones, las mujeres necesitaban ganarse la confianza de los residentes locales.

Como la mayoría de las fotos que les daban las familias estaban caducadas, trabajaron puerta por puerta.

“No tenemos un horario fijo de trabajo. Cuando recibimos información sobre niños desaparecidos, simplemente salimos de casa. Hace días que no veo a mis hijos”, explicó Suman en una entrevista al Times of India.

Reciben mucha información de vagabundos y vendedores ambulantes en las estaciones de tren.

“Hemos caminado kilómetros por la falta de transporte en estas zonas. Mucha gente está dispuesta a ayudarnos, pero también hay quien piensa que la policía podría acarrearle problemas legales”, añadió Suman.

Para Seema, uno de los casos más llamativos fue el de una niña de 13 años.

“Su hermano menor nos informó de que ella le llamó utilizando varios números de teléfono, asegurando que estaba bien”.

Sin embargo, es sospechoso de juego sucio porque ella utilizaba distintos números. Investigamos el caso y la localizamos hasta que dimos con Jarcha en Noida. Allí la encontramos haciendo tareas domésticas. La rescatamos inmediatamente», concluyó.