Kawara Welch, que se presenta en las redes sociales como artista plástica, fue detenida a principios de mayo por cometer un delito de acoso -que consiste en acechar, ya sea en persona, por llamada telefónica o mensaje, y que conlleva una pena de hasta dos años-.
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Como consecuencia, Kawara fue acusada por un médico, que prefirió no ser identificado, de alimentar una obsesión con él con la esperanza de entablar una relación sentimental.
«Llegó a enviarme 1.300 mensajes en un día. Y más de 500 llamadas telefónicas en un solo día. Cambié de número de teléfono unas tres o cuatro veces, pero dejé de hacerlo porque me di cuenta de que era totalmente inútil. A ella le resultaba increíblemente fácil encontrar mi nuevo número», cuenta el médico en un reportaje del programa Fantástico, de TV Globo.
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El hombre cuenta que en 2018 atendió a Kawara, que tenía problemas depresivos, en un hospital. Después de eso, acudió a verlo a otra clínica donde también trabaja el médico.
A partir de ese momento, el acoso empezó a cobrar fuerza. Además de acosarle en el trabajo y por la calle, Kawara empezó a llamar por teléfono a su mujer y a su hijo.
Así, antes de ser detenido, la acosadora acumuló a lo largo de los años momentos que desataron el pánico en el médico y su familia, que ahora están recibiendo asesoramiento psicológico. Kawara llegó a agredir a la mujer del médico, irrumpió en su consulta, le insultó, le acusó de robo, le envió fotos con una soga al cuello, entre otros episodios.
«Había momentos de horror en los que me entraba el pánico, porque o aparecía ella o hacía algo inesperado», dijo el médico. Durante su detención, los investigadores encontraron en el ordenador de Kawara montajes que simulaban encuentros entre ella y el médico.