Marlene Engelhorn, una heredera austriaca de 32 años, decidió no quedarse con la fortuna de casi 270 millones de dólares que heredó de su abuela. En un gesto inusual, eligió a 50 personas para que decidieran cómo repartir la fortuna.
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En 2022, Engelhorn envió invitaciones a 10.000 austriacos elegidos al azar para participar en una encuesta. De este grupo, 50 personas fueron elegidas para formar un consejo encargado de decidir el reparto del dinero. Una vez formado el consejo, ella dejó de participar en el proceso de toma de decisiones.
La heredera justificó su decisión alegando que no tenía derecho a decidir sobre un dinero que no había ganado. El consejo, llamado «Guter Rat» (Buen Consejo), estaba formado por personas de distintas edades, ingresos y niveles de educación, lo que reflejaba la diversidad de opiniones sobre la distribución de la riqueza.
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El grupo estuvo guiado por un equipo de ocho personas y asesorado por académicos y expertos. Tras seis fines de semana de reuniones, el grupo anunció que la fortuna se distribuiría entre 77 organizaciones que trabajan en los ámbitos de la protección del medio ambiente, la educación, la sanidad y las cuestiones sociales.
Las cantidades destinadas a cada organización oscilan entre 40.000 y 1,6 millones de euros. Entre las más beneficiadas están la Asociación Austriaca para la Conservación de la Naturaleza y Nuenerhaus, una organización que presta asistencia a personas sin hogar.
