Ana Flávia Valente Teixeira Buscariolo, 42 años, de Campinas (São Paulo, Brasil), se enfrentó a retos dignos de un guión cinematográfico. Tras perder cuatro hijos y a su padre por culpa del cáncer, descubrió que tenía cáncer de mama. Contra todo pronóstico, consiguió tener un segundo hijo y amamantarlo. «Para mí, roza lo milagroso», afirmó en una entrevista exclusiva con CRESCER.
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Ana siempre había soñado con ser mamá. Estuvo embarazada por primera vez en 2012, pero sufrió un aborto espontáneo. En 2014, a su padre le diagnosticaron un cáncer de hígado. Poco después, Ana descubrió que estaba embarazada de nuevo. El embarazo fue una mezcla de felicidad y culpa, ya que su padre estaba gravemente enfermo. Matteo nació el 3 de mayo de 2015, trayendo alegría a la familia.
La lactancia supuso un gran reto. Aunque la leche bajaba rápidamente, el agarre era incorrecto, lo que causaba mucho dolor. «Lloraba mucho y tenía que morder la tela para poder dar el pecho», recordó. Al principio, Matteo engordó poco, pero con esfuerzo, Ana consiguió darle el pecho en exclusiva hasta los seis meses.
Durante este periodo, el padre de Ana tuvo que ser hospitalizado varias veces por una insuficiencia hepática. Pudo asistir a la fiesta de cumpleaños de Matteo, pero falleció poco después.
Aun así, Ana siguió cuidando de la familia y se enfrentó a un tratamiento contra el cáncer de mama, consiguiendo tener un segundo hijo y amamantarlo, haciendo realidad su sueño de ser madre.