El viernes 9 de agosto, un trágico accidente de un avión de VoePass en Vinhedo, en el interior de São Paulo (Brasil), causó la muerte de 62 personas. Entre ellas estaba Rosana Santos Xavier, de 23 años, que, antes de la catástrofe, envió un mensaje a un grupo de WhatsApp familiar en el que expresaba su miedo al vuelo.
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“Me da miedo este vuelo, lo juro, un avión viejo. Hay un asiento roto, un caos”, escribió Rosana a su familia poco antes de embarcar en el aeropuerto de Cascavel, en Paraná. Volvía a Franco da Rocha, en el Gran São Paulo, tras un viaje de trabajo.
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La madre de Rosana, Rosemeire dos Santos Xavier, reveló al Jornal Nacional que se sentía intranquila por el viaje de su hija e intentó consolarla sugiriéndole que leyera un salmo de la Biblia. Sin embargo, su desesperación fue inmensa cuando vio la noticia del accidente en la televisión.
“Me desesperé. Empecé a correr por toda la casa gritando», cuenta Rosemeire. En conversación con Jornal Nacional, la madre relató el devastador impacto de la pérdida. «Ella ayudaba con las compras en casa y había comprado su cochecito. Todo lo que tenía era para mí, para mi marido, para mis hijas. Sólo pensaba en nosotros, su dinero era para ayudar en casa”, dijo.
