Casi cinco décadas después de ser hallado congelado en una cueva, un cadáver ha sido identificado como Nicholas Paul Grubb, de 27 años, residente en Fort Washington (Pensilvania).
La identificación fue realizada por la Oficina del Forense del Condado de Berks tras rastrear y comparar sus huellas dactilares.
Grubb, apodado ‘Hombre Pináculo’ por el lugar donde fue encontrado, cerca del pico Pináculo en las montañas Blue Ridge, murió de una sobredosis de drogas. La policía ha descartado que se trate de un crimen.
Aunque los registros dentales y las huellas dactilares se tomaron en 1977, la identidad de Grubb no se descubrió hasta agosto de este año, cuando un detective localizó la tarjeta de huellas dactilares de la autopsia.
Los datos se enviaron a NamUs, una base de datos de personas desaparecidas, y el FBI identificó a Grubb en menos de una hora.
El descubrimiento puso fin a años de infructuosas comparaciones con los registros de personas desaparecidas y a una infructuosa exhumación en 2019 para realizar pruebas de ADN.
Grubb, que sirvió en la Guardia Nacional de Pensilvania y fue dado de baja con honores en 1971, fue recordado con cariño por su familia, que agradeció a las autoridades sus esfuerzos.