El caso de Chiara Petrolini, una mujer de 22 años acusada de matar a dos recién nacidos y enterrarlos en el patio de su casa, sacudió a Italia.
La investigación comenzó cuando se descubrió el cadáver del primer bebé y se llamó a la policía. Más tarde, los investigadores encontraron el segundo cadáver. Las pruebas de ADN confirmaron que Chiara era la madre de ambos.
El primer bebé nació el 7 de agosto y Chiara, que ocultó el embarazo a sus padres y a su novio, dio a luz sola. Dos días después, se fue de vacaciones con su familia a Estados Unidos. Las pruebas indicaron que el niño había sido enterrado vivo, y la joven confesó el crimen tras conocerse los resultados.
El viernes 20 de septiembre, la Fiscalía de Parma anunció que Chiara será acusada de “homicidio doloso agravado por ascendencia y premeditación”, así como de “ocultación de cadáver”. Actualmente se encuentra bajo arresto domiciliario.
El fiscal explicó que la joven había decidido que el bebé no sobreviviría y que su embarazo estaba lleno de signos de esta intención. Tras descubrirse el crimen, el novio de Chiara puso fin a la relación. Ella afirmó que el primer bebé nació muerto y que ocultó los embarazos por miedo a ser juzgada por los demás.