Dominique Pelicot, de 71 años, confesó el martes 17 de septiembre ante un tribunal de Aviñón (Francia) haber drogado y permitido que decenas de hombres abusaran de su esposa, Gisèle Pelicot, durante más de 10 años. El caso, que conmocionó al país, le implica a él y a otras 50 personas acusadas de malos tratos.
Durante su testimonio, Pelicot admitió su culpabilidad. “Soy un abusador como los demás en esta sala”, dijo, refiriéndose a los otros acusados. También declaró que los hombres que participaron en los abusos eran conscientes de la situación. “Todos lo sabían, no pueden decir lo contrario”, afirmó.
Durante el juicio, Pelicot también se dirigió a su ex mujer, Gisèle, y a su familia: “Pido a mi mujer, a mis hijos y a mis nietos que acepten mis disculpas. Me arrepiento de lo que hice. Les pido perdón, aunque no se pueda perdonar. Ella no se lo merecía. Yo era muy feliz con ella”.
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Gisèle, presente en el tribunal, también tuvo la oportunidad de hablar. “Durante 50 años viví con un hombre que nunca imaginé que pudiera hacer esto. Confiaba plenamente en él», dijo refiriéndose al impacto emocional del caso.
Pelicot reveló ante el tribunal que había pasado por experiencias traumáticas en su infancia, incluidos abusos íntimos por parte de una enfermera cuando tenía nueve años. También mencionó que consideró la posibilidad de suicidarse cuando descubrió que Gisèle mantenía una relación extramatrimonial, pero desistió de la idea.
Dominique y otros 50 hombres están siendo juzgados en Aviñón (Francia) por este delito. Pelicot ofreció intimidad a su mujer a través de un sitio web llamado Coco y filmó los abusos, en los que participaron un total de 72 hombres. Afirma que su mujer fue víctima y no cómplice, y quiere demostrar que ella no sabía nada de los abusos.
Aunque algunos acusados han confesado, otros afirman que creían participar en una fantasía consentida por la pareja. El juicio del caso, que generó conmoción nacional y dio lugar a varias protestas, podría durar hasta diciembre y acarrear penas de hasta 20 años de cárcel para los condenados.