El miércoles 4 de septiembre, una familia recibió con sorpresa la noticia de que un hombre de 72 años, internado en estado grave en el Hospital Regional de Mato Grosso do Sul (Brasil), estaba vivo, apenas dos horas después de recibir la noticia de su muerte.
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El paciente, que sufre problemas cardíacos y se encontraba en estado grave, fue trasladado al hospital el domingo tras caer enfermo.
Según un familiar, el anciano no aceptaba la dieta prescrita, lo que empeoró su estado. “Fuimos al centro de salud el domingo y el lunes lo ingresaron en el hospital. Lo ingresaron intubado y las pruebas indicaron shock cardiogénico, con el corazón muy débil”, dijo el familiar.
El miércoles, el hospital informó a la familia de la muerte del anciano, apenas 20 minutos después de la visita de su hijo.
Los familiares iniciaron los preparativos del velorio y comunicaron el fallecimiento a la ex mujer del paciente. Sin embargo, dos horas más tarde, el médico que había atendido al anciano llamó para decir que seguía vivo, descubrimiento que se hizo cuando el cadáver ya estaba en el depósito de cadáveres.
El paciente fue trasladado rápidamente a la sala roja del hospital. “Estamos intentando asimilar lo ocurrido, porque mi suegra estaba en estado de shock. Hablamos con los médicos, pero nadie supo explicárnoslo”, dijo un familiar.
A pesar de lo ocurrido, la familia está centrada en la recuperación del anciano y por el momento no se plantea emprender acciones legales.
En un comunicado, el Hospital Regional lamentó el incidente y dijo que había abierto un procedimiento administrativo para investigar el caso, además de prestar toda la asistencia necesaria a los familiares.
