Angel Moura, una mujer travesti de 31 años, se hizo viral en las redes sociales al compartir momentos de cariño con su abuelo de 93 años, conocido como Zé Rocha. Viviendo en una granja en São José do Belmonte, Pernambuco (Brasil), ella cuida de su abuelo con dedicación y amor, superando prejuicios y desafíos a lo largo de su vida.
Su abuelo se enfrenta a graves problemas de salud, como cáncer de próstata, diabetes, hipertensión y secuelas de dos infartos, que le impiden caminar. Los vídeos en los que Angel le lleva en brazos y le cuida ya han superado el millón de visitas, y los internautas admiran su dedicación. “Toda mi vida ha sido un desafío. Pobre, travesti en un país con pocas oportunidades, pero he conseguido salir adelante en la vida”, declaró a Só Notícia Boa.
Técnico de enfermería, cuidador de ancianos y trabajador social, Ángel está terminando la carrera de Pedagogía. Casada y madre de dos hijos, concebidos gracias al apoyo de amigos, refuta los estereotipos y destaca su trayectoria profesional como ejemplo de superación. “Cuidé a un anciano durante cuatro años hasta que falleció”, recuerda, destacando su experiencia y dedicación en este campo.
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Además de a su abuelo, Angel también cuida de su madre, la Sra. Joselita Rocha, que se enfrenta a problemas de salud como diabetes, hipertensión y complicaciones vasculares. “Mi hija es la que lleva a mi padre en brazos, porque ya no puede andar”, dijo Joselita, mostrando su gratitud por su incansable apoyo.
La técnica de enfermería revela que luchó mucho con su identidad en su juventud, pero encontró apoyo en un sacerdote local que la ayudó a aceptarse a sí misma. “Me dijo que no era pecado, que amar no es pecado”, recordó. Su familia la acogió, aunque su madre temía los prejuicios a los que pudiera enfrentarse. “Hoy la entiendo. Mi madre me enseñó a ser quien soy hoy. Soy una guerrera”, afirmó.
A pesar de dedicarse por completo a su familia, Angel también intenta cumplir un sueño personal: operarse de implantes mamarios. Por motivos de salud, no puede someterse al tratamiento hormonal para mujeres trans, ya que es diabética. “Hoy estoy luchando para operarme de implantes mamarios. Soy diabética, no puedo hormonarme”, explicó.
Decidida a seguir adelante, garantiza que no renunciará a cuidar de su abuelo y de su madre: “Estoy con mi abuelo y pienso llegar hasta el final con él. Le quiero demasiado. Y a mi madre también. Mi familia lo es todo para mí”, concluyó.