Tras más de cuatro meses en la Estación Espacial Internacional (ISS) debido a fallos en la nave Boeing Starliner, los astronautas estadounidenses Sunita Williams y Butch Wilmore experimentan problemas de salud causados por la exposición prolongada a la microgravedad y la radiación cósmica.

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Un reciente estudio de la Johns Hopkins Medicine, en Estados Unidos, investigó cómo afecta la microgravedad al corazón.

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Muestras de tejido cardiaco humano de bioingeniería enviadas a la ISS revelaron que la baja gravedad debilita el tejido cardiaco, lo que provoca latidos irregulares y otros problemas.

Los resultados demuestran que la microgravedad afecta significativamente al corazón, provocando cambios genéticos y estructurales, así como arritmias. Estos factores indican que Williams y Wilmore pueden estar experimentando estrés cardiovascular. Sin embargo, los investigadores observaron que los tejidos recuperan sus funciones normales tras regresar a la Tierra, lo que ofrece esperanzas para la salud de los astronautas una vez finalizada su misión.