El coronel Alfred M. Worden pasó tres días de su vida más lejos de otro ser humano que nadie en la historia.
Fue durante su trabajo como piloto del módulo de mando de la misión lunar Apolo 15, en 1971, cuando estableció el récord del ser humano más aislado.
Del 30 de julio al 1 de agosto, mientras sus compañeros David Scott y James Irwin exploraban la superficie lunar en la base Hadley, el astronauta estadounidense Al estuvo a 3.596,4 km del ser humano vivo más cercano.
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Durante esos tres días, Al dice que dio “algo así como 38 vueltas a la Luna yo solo”.
Durante una entrevista en Facebook Live en 2016, Al se sinceró con Craig Glenday, redactor jefe de Guinness World Records, sobre su experiencia para batir el récord.
Habló del récord: “No sé muy bien cómo explicarlo. Sí, estaba bastante aislado”
“Los otros chicos también estaban aislados, pero supongo que yo estaba un poco más lejos que ellos”.
Y añadió: “Pasé tres días en órbita lunar mientras Dave Scott y James Irwin estaban en la superficie”.
“Hice mucha ciencia, hice muchas cosas, me convertí en el hombre más aislado de la historia, conecté muchos experimentos científicos, hice muchas observaciones visuales de la Luna”.
“Ocupado, ocupado, ocupado, unas 20 horas al día haciendo todas esas cosas”.
Cuando Craig le preguntó si se daba cuenta en aquel momento de que era el ser humano más aislado, Al le dijo: “No pensaba en eso porque hubo tres vuelos antes del mío en los que los pilotos al mando también estaban solos en órbita lunar, más o menos como yo”.
“Tendría que volver a mirar las trayectorias para ver si yo estaba más lejos, pero obviamente lo estaba porque ustedes lo captaron”.
Hemos hecho los cálculos.
Al dijo que, mientras estaba solo, ni siquiera podía hablar con sus compañeros astronautas ni con la NASA porque estaba en la cara posterior de la Luna.
Sobre cómo es estar solo en el espacio, Al dijo: “Tengo que decir que para mí es la mejor parte del vuelo, estar solo en la órbita lunar”.
“Tenía la nave espacial para mí solo, podía hacer lo que quisiera, pero me concentré en la ciencia sin tener a esos tipos en mi camino todo el tiempo”.
“Me resultó mucho más fácil hacer lo que tenía que hacer”.
Bromeó: “Y además, después de convivir con ellos durante cuatro días para llegar allí, me alegré bastante de librarme de ellos durante un tiempo”.
Al afirma que sólo para ese vuelo entrenó una media de 70 horas semanales durante tres años.
Esa misma misión también se convirtió en la primera misión lunar que incluyó un rover lunar el 7 de agosto de 1971.
Al falleció en 2020 a la edad de 88 años.