El hecho de que muchas personas duerman hasta altas horas de la noche se ha convertido en un hábito naturalizado en medio de la rutina del trabajo, los estudios e incluso el ocio acelerado que se prolonga hasta altas horas de la madrugada.
Sin embargo, un nuevo estudio de la Universidad de Harvard ha planteado dudas sobre los efectos de este hábito en nuestro bienestar.
La investigación descubrió que algunos hábitos nocturnos pueden tener consecuencias significativas para la salud física y mental, de forma predecible.
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En consecuencia, la calidad del sueño y la hora a la que se va a dormir se convierten en factores cruciales para el cuerpo y la mente. Así, interrumpir el ciclo natural del descanso puede tener graves consecuencias para la salud física y mental.
En este caso, lo mejor es cambiar de hábitos: evitar el exceso de café, el uso constante del móvil (sobre todo antes de acostarse) y llevar una dieta equilibrada. Además, una visita al médico puede ayudar con consejos para evitar acostarse tarde y dormir mejor.