Los reyes de España regresaron este martes 19 de noviembre a la región devastada por las inundaciones, donde fueron recibidos con aplausos, a diferencia de su caótica primera visita hace quince días, cuando su comitiva fue recibida con insultos y bolas de barro.
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Felipe VI y Letizia llegaron por la mañana a la localidad de Chiva, en la Comunidad Valenciana, la más afectada por las inundaciones del 29 de octubre, donde fueron recibidos con aplausos y algunos gritos de ‘¡Viva el rey!’ por una multitud congregada frente al ayuntamiento, constató un periodista de la AFP.
Tras las caóticas imágenes vistas en su primer viaje a la región, esta nueva visita estuvo rodeada de la máxima discreción y, de hecho, la Casa Real no comunicó con antelación la agenda oficial.
Sin ningún problema, los miembros de la realeza recorrieron una céntrica calle de Chiva, ya libre de barro, donde conversaron con los vecinos y llegaron hasta el barranco por el que bajaba el caudal de agua y lodo.
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La visita del jefe del Estado y su esposa “es un gesto de cortesía por su parte, porque ha alegrado a mucha gente”, dijo Pascual Gimeno, de 58 años, en Chiva, que aún muestra las cicatrices de las inundaciones, con muchas casas destruidas.
“Somos muy conscientes de la enorme necesidad que todavía existe de recuperación, de reconstrucción, de resolver la vida privada de muchas personas que lo han perdido todo, y en eso tenemos que trabajar día a día”, dijo el rey a los periodistas en Utiel, otra localidad valenciana donde los reyes también recibieron una calurosa bienvenida.
Felipe VI y Letizia terminaron su viaje en Letur, en la vecina región de Castilla-La Mancha, también afectada por las inundaciones que dejaron 227 muertos en España y más de una decena de desaparecidos.
El 3 de noviembre, cinco días después de la catástrofe, una comitiva en la que figuraban los Reyes, el presidente del Gobierno español, Pedro Sánchez, y el jefe del Ejecutivo valenciano, Carlos Mazón, fue recibida airadamente en Paiporta, la localidad valenciana considerada epicentro de la tragedia.
El grupo fue blanco de insultos y gritos de ‘asesinos’ y del lanzamiento de barro, palos y otros objetos, en imágenes que dieron la vuelta al mundo.
En medio de la tensión, Sánchez fue evacuado y Mazón se marchó poco después, pero los Reyes, con la ropa y la cara embadurnadas de barro, lograron hablar con algunas personas antes de marcharse también.
Después de lo ocurrido, cancelaron el viaje que tenían previsto hacer a Chiva esa tarde.
Lo que sufrieron los Reyes el 3 de noviembre fue una ‘aberración’, dijo María Victoria Sánchez, de 75 años y vecina de Chiva, que opinó que ‘ellos no tienen la culpa de nada, la culpa es de los políticos’.
Con su regreso a la zona siniestrada, los reyes intentan ‘estar cerca de la gente en un momento de gran angustia’, declaró a la AFP Vicente Garrido, catedrático de Derecho Constitucional de la Universidad de Valencia.
A diferencia de hace quince días, los ánimos están más calmados. Entonces, la gente estaba muy, muy nerviosa’, dijo Garrido, para quien la pareja real “saldrá reforzada” este martes.