La incursión de Elon Musk en la política de derechas no ha mermado su amor por la energía solar. Es una pasión que comparte con Sundar Pichai, consejero delegado de Alphabet, la empresa matriz de Google. Ambos intercambiaron mensajes después de que Musk expresara su admiración por Willow, el innovador chip de computación cuántica de Google. Durante el intercambio, Musk señaló que el ser humano no está ni cerca de aprovechar toda la energía disponible en la Tierra y dijo que cubrir los desiertos y las regiones áridas con paneles solares podría quintuplicar el suministro energético mundial.
“Efectivamente”, respondió Pichai. “Deberíamos escalar mucho más la energía solar, es increíble que sigamos buscando alternativas cuando el camino más obvio está literalmente delante de nuestros ojos”.
Puede que fuera una discusión teórica, pero la conversación entre dos de los ejecutivos más poderosos de Estados Unidos es un buen augurio para un sector que los inversores desprecian desde la victoria electoral de Donald Trump el mes pasado. Musk, o el nuevo «primer amigo» de Estados Unidos, está llamado a dirigir el llamado Departamento de Eficiencia Gubernamental y se ha convertido en una parte importante del círculo íntimo de Trump.
Independientemente de la influencia de Musk en el Despacho Oval, varios gestores de activos dijeron a Fortune que siguen siendo optimistas sobre la suerte del sector bajo Trump. El presidente electo hizo de la energía limpia un saco de boxeo frecuente durante la campaña. Sin embargo, el rendimiento del sector solar durante su primer mandato, dijo Greg Smithies, socio de la firma de capital riesgo Fifth Wall, sugiere que el sector aún puede prosperar.
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Las acciones del ETF Solar de Invesco, que cotiza como TAN en la Bolsa de Nueva York, subieron un 544% durante la presidencia de Trump, superando con creces la ganancia del 70% del S&P 500. El ETF había caído un 6% entre su victoria de la noche electoral sobre Hillary Clinton y su primera toma de posesión en enero de 2017.
Esta vez, TAN cayó un 18% en las dos semanas posteriores a la última victoria de Trump sobre la vicepresidenta Kamala Harris. En ese momento, Jay Hatfield, CEO de Infrastructure Capital Advisors, dijo a Fortune que la venta masiva era «irracional». Algunos inversores parecen haber estado de acuerdo, ya que el ETF se ha recuperado un 5% desde entonces.
“Durante la última administración Trump, la gente estaba poniendo energía solar en el suelo porque era más barata”, dijo Smithies, ex ejecutivo de finanzas de Boring Company y Neuralink, dos de las empresas de Musk, “y ahora es aún más barata”.
Por qué la energía solar podría prosperar con Trump
Para muchos, el argumento económico a favor de la energía solar es innegable. No es ningún secreto que el mundo necesita más energía que nunca, especialmente con los avances en IA y computación que crean una demanda voraz por parte de gigantes tecnológicos como Alphabet de Pichai. A esto se suman avances como el auge de los vehículos eléctricos, en los que Tesla, de Musk, es líder mundial.
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Según Jennifer Boscardin-Ching, especialista en energías limpias e inversiones medioambientales de Pictet Asset Management en Ginebra, tiene sentido que empresas y países se planteen prácticamente cualquier forma de obtener más energía. Los acuerdos entre los gigantes de la tecnología y las empresas nucleares recibieron mucha atención en la prensa, señaló, a pesar de que se han alcanzado acuerdos de una magnitud similar con proveedores de energías renovables.
“Pero no aparecen en los titulares”, dijo, “porque ése es el nuevo statu quo”.
Las empresas solares también fueron grandes beneficiarias de la Ley de Reducción de la Inflación, que reservó 400.000 millones de dólares en fondos federales para energías limpias. Aunque ningún republicano votó a favor de la legislación en 2022, que Trump calificó de «nueva estafa verde», varios legisladores de derechas tienen interés en que la ley sobreviva. Un grupo de 18 republicanos de la Cámara de Representantes, por ejemplo, envió recientemente al presidente de la Cámara, Mike Johnson, una carta advirtiendo de que algunos de los incentivos de la ley han creado puestos de trabajo y han impulsado la inversión en sus distritos.
Y aunque los aranceles durante el primer mandato de Trump golpearon duramente al sector de la energía solar, las empresas deberían estar más preparadas para las políticas proteccionistas esta vez. Por ejemplo, el CEO de Sunnova, John Berger, dijo recientemente a CNBC que su empresa se volvió inmune a los aranceles después de cambiar casi por completo a proveedores nacionales.
Por último, algunos creen que ciertas políticas republicanas podrían ayudar al sector. Según Smithies, una administración Trump podría flexibilizar los requisitos de concesión de permisos para todos los proyectos energéticos, incluida la energía solar, y aumentar el acceso a terrenos públicos. Eso incluye una gran cantidad de desierto propiedad de la Oficina de Administración de Tierras, señaló.
Musk dejó claro lo que cree que debería ocurrir con él.
