En 2007, Jenny y Bryan Masche se hicieron famosos tras la llegada de sus sextillizos a Arizona. La historia de la familia se convirtió en el reality Raising Sextuplets, que se emitió en 2009 y seguía la rutina de la pareja criando a seis hijos, tres niños y tres niñas: Savannah, Bailey, Molli, Grant, Cole y Blake. Hoy, estos niños tienen 17 años y están en el instituto. La historia de la familia, sin embargo, ha sufrido muchos retos y transformaciones a lo largo de los años.

++ Con tres hijos, una madre descubre que está embarazada de cuatrillizos: «Mi alma se fue de mi cuerpo»

Jenny, que solía aparecer en los medios de comunicación, lleva ahora una vida más tranquila, aunque recuerda sus días de fama con sentimientos encontrados. “Estábamos muy emocionados de tener nuestras vidas documentadas, pero también era difícil no pensar en lo que pasó con los Gosselin”, dijo en una entrevista con Today Parents, en referencia a la polémica separación de la pareja con ocho hijos que grabó el reality Jon & Kate Plus 8.

El camino de la familia Masche tampoco ha sido fácil. En 2010, Bryan fue detenido por amenazar a Jenny y a su suegro, un episodio de violencia doméstica que llevó a la mamá a pedir la separación legal. “Fue un desastre total. Los niños se dieron cuenta de lo tensos que estábamos”, recordó Jenny.

++ Una mujer se opera de endometriosis y descubre que le extrajeron un órgano sin permiso

A pesar de las dificultades, la familia superó este periodo problemático. Tras la separación, Jenny se casó con Levi McClendon, su amor de la infancia, y la familia creció con dos hijos más fruto de la relación de él con su ex mujer.

¿Cómo son los sextillizos hoy?

Hoy, los sextillizos siguen sus propios caminos. Bailey, la atleta nata, destaca por su rendimiento intelectual, mientras que su hermana Molli, más introvertida, brilla por su creatividad. Savannah sueña con ser agente del FBI, y los chicos también tienen sus pasiones: Blake quiere ser piloto de carreras, a Cole le encanta debatir sobre la actualidad y Grant se describe como el más tranquilo del grupo.

Cuando los sextillizos cumplieron 17 años, Jenny reflexionó: “Cuando las niñas tenían 14, 15 y 16 años, competían por llamar la atención. Pero ahora, a los 17, puedo ver que todo va a ir bien”. Comienza una nueva etapa para la familia, ahora más unida y madura, que deja atrás los retos y vive un momento de renovación.