En una medida que marca un giro radical en la política militar estadounidense, el presidente Donald Trump ha establecido nuevas directrices que excluyen la presencia transgénero en las filas militares, mientras impulsa simultáneamente un ambicioso proyecto de defensa inspirado en la tecnología israelí.

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La decisión, anunciada desde las alturas a bordo del Air Force One, forma parte de un paquete más amplio de reformas militares que incluye la aspiración de replicar el exitoso sistema «Cúpula de Hierro» israelí en territorio estadounidense.

En un discurso pronunciado ante la bancada republicana en Miami, Trump defendió su visión de unas fuerzas armadas enfocadas exclusivamente en la capacidad de combate, argumentando que la eliminación de lo que denomina «ideología transgénero» es crucial para este objetivo.

El texto de la orden ejecutiva refleja una postura inflexible sobre la identidad de género en el ámbito militar, catalogando la expresión de género no conforme al sexo biológico como incompatible con los valores castrenses de honor y disciplina. La directiva enfatiza especialmente el conflicto percibido entre la identidad transgénero y los principios fundamentales del servicio militar.

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Esta medida representa el cumplimiento de una promesa electoral central de Trump, quien había anunciado su intención de desmantelar las políticas inclusivas implementadas durante la administración Obama. El contraste es significativo: mientras que en 2016 se levantaron las barreras para el servicio militar transgénero, ahora se reinstauran con mayor rigidez.

Los datos del Instituto Williams revelan que la medida podría afectar a una población significativa: 1,6 millones de estadounidenses se identifican como transgénero, incluyendo 300.000 adolescentes. En el contexto militar específico, la cifra ronda los 15.000 efectivos dentro de una fuerza total de dos millones.

Esta política se alinea con una tendencia más amplia en estados conservadores, donde ya existen restricciones similares en el ámbito deportivo escolar. La administración Trump busca elevar estas prohibiciones al nivel federal, como parte de una visión que reconoce exclusivamente el binario sexual determinado al nacimiento.

La orden forma parte de una agenda más amplia que incluye medidas contra lo que los conservadores consideran «adoctrinamiento de izquierda», específicamente mencionando la teoría crítica racial. Además, contempla la reintegración de personal militar dado de baja por rechazar la vacunación contra el covid.

El nuevo Secretario de Defensa, Pete Hegseth, confirmado por un estrecho margen en el Senado con el voto decisivo del vicepresidente Vance, ha prometido una implementación inmediata y sin excepciones de estas nuevas directivas, señalando un cambio dramático en la política militar estadounidense.