En un sorprendente giro diplomático, el presidente ruso Vladimir Putin hizo una explosiva declaración el lunes 20 de enero, día de la toma de posesión de Donald Trump, felicitándole y señalando un posible nuevo comienzo en las tensas relaciones entre Rusia y Estados Unidos.
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En un encuentro retransmitido por la televisión estatal, Putin expresó su deseo de establecer un diálogo directo con la nueva administración estadounidense, destacando Ucrania y el control de armas nucleares como áreas clave para posibles negociaciones.
“Vemos las declaraciones del nuevo presidente electo y de su equipo sobre el deseo de restablecer contactos directos con Rusia”, dijo Putin, subrayando su intención de buscar una “paz duradera” en Ucrania. Pero en un claro mensaje de firmeza, advirtió que no aceptaría un simple alto el fuego, sino una paz a largo plazo que respete los intereses de todos los pueblos de la región.
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El líder ruso también expresó su entusiasmo por la postura de Trump de evitar la Tercera Guerra Mundial, un comentario que resonó en todo el ámbito internacional. Sin embargo, a pesar de las amistosas palabras, muchos analistas rusos siguen siendo escépticos sobre la posibilidad de una reconciliación real, dada la reciente historia de hostilidad entre ambos países.
Mientras tanto, el Nuevo START, el tratado nuclear entre Estados Unidos y Rusia, expirará en 2026, dejando en el aire el destino del equilibrio mundial de armas nucleares.
