Nick Jonas tenía 40 años y era padre soltero de Logan, un niño de 4 años. Cuando le diagnosticaron un cáncer terminal, su mayor preocupación no era él mismo, sino el futuro de su hijo. Logan era su vida. Desde que su madre lo abandonó, Nick había cuidado solo del niño, creando un profundo vínculo lleno de amor.
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Sin embargo, ante la noticia de que le quedaba poco tiempo, Nick decidió asegurar lo esencial: que Logan tuviera una familia cariñosa tras su marcha. A pesar de enfrentarse a intensos dolores y a la rápida progresión de la enfermedad por sus huesos y pulmones, dedicó sus últimos meses a esta misión. Buscar una nueva familia para Logan se convirtió en su prioridad.
Nick falleció el 3 de enero de 2017 tras una difícil lucha. Logan pasó entonces a manos de una nueva familia, elegida con esmero por su padre.
Entre sus amigos, Nick sigue siendo recordado por su buen humor, que persistió incluso en los días más oscuros. Aaron Crompton, uno de sus mejores amigos, recordaba el espíritu de Nick en una entrevista al Daily Mail: “Nada disgustaba a Logan. Bromeaba con todo, incluso con el cáncer. Al final, sufrió mucho, pero su amor por su hijo le hizo seguir adelante”.
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Finalmente, la comunidad mostró su gratitud por Nick. Una campaña para recaudar fondos para el velatorio superó seis veces el objetivo inicial. Además, la historia inspiró la creación de la película Somewhere Special (2021), de Uberto Pasolini.
