A tres años del inicio de la invasión rusa, Estados Unidos sorprendió este lunes 24 de febrero con un cambio en su postura diplomática, alineándose con Rusia en la ONU para votar en contra de una resolución impulsada por Ucrania y sus aliados europeos. El texto, que defiende la integridad territorial ucraniana en cualquier acuerdo de paz, fue aprobado con 93 votos a favor, 18 en contra (incluidos EE.UU. y Rusia) y 65 abstenciones.
En una decisión que marca un quiebre en el respaldo occidental a Kiev, Washington rechazó la resolución que reafirmaba el “compromiso con la soberanía, la independencia y la integridad territorial de Ucrania”.
Varios países latinoamericanos optaron por la abstención, entre ellos Argentina, Brasil, Colombia, Costa Rica, Cuba, Honduras, El Salvador, Paraguay y Panamá, mientras que Nicaragua votó en contra.
Además, otra propuesta estadounidense que pedía un “fin rápido” del conflicto sin condiciones —y que evitaba mencionar la integridad territorial, un punto clave hasta ahora para EE.UU. y Europa— terminó tan modificada por enmiendas que incluso Washington optó por abstenerse.
++ Trump revela que Putin está dispuesto a aceptar tropas europeas en Ucrania
La votación representa un revés para la estrategia de Trump, quien ha abogado por resolver el conflicto mediante negociaciones directas con Moscú, dejando de lado al presidente ucraniano Volodímir Zelenski, a quien ha calificado de “dictador”.
El respaldo a Ucrania se debilita
El apoyo a Ucrania ha disminuido notablemente desde el inicio de la guerra. En 2022, 140 países respaldaron la primera resolución en defensa de la soberanía ucraniana; hoy, ese número se ha reducido considerablemente.
Según la ONU, alrededor de 13.000 civiles han muerto y 30.000 han resultado heridos desde el comienzo de la invasión. Solo en 2024, las bajas civiles han aumentado un 30%, lo que sugiere que las cifras reales podrían ser aún mayores.
Con la derrota en la Asamblea General, EE.UU. llevará el proyecto al Consejo de Seguridad, donde el panorama sigue siendo incierto. Para aprobarse, necesita el apoyo de al menos nueve de los 15 miembros, sin veto de los cinco permanentes (EE.UU., Reino Unido, Francia, Rusia y China).
Francia y el Reino Unido, que no han utilizado su derecho a veto en más de 30 años, podrían desempeñar un papel clave en la votación. El presidente francés, Emmanuel Macron, insistió tras reunirse con su homólogo estadounidense en que cualquier acuerdo debe ser “rápido” pero también “sólido” para Ucrania.
Mientras tanto, el primer ministro británico, Keir Starmer, se reunirá con Trump en Washington este miércoles, en un momento crucial para la política exterior occidental.
Los países europeos en el Consejo planean reintroducir una referencia explícita a la integridad territorial de Ucrania y a una paz “justa” según la Carta de la ONU. Sin embargo, un alto funcionario del Departamento de Estado estadounidense ya ha advertido que EE.UU. vetará cualquier enmienda en ese sentido.
“Es difícil imaginar que París y Londres respalden un documento tan alejado de su postura oficial sobre Ucrania, pero tampoco parece probable que lo bloqueen”, señaló Richard Gowan, del International Crisis Group, en declaraciones a la AFP.
Así, el desenlace de esta disputa diplomática sigue en el aire, mientras la guerra en Ucrania continúa sin un final claro a la vista.