Argentina ha tomado una controvertida decisión que redefine su posición en el escenario sanitario mundial. Bajo el liderazgo de Javier Milei, el país abandona la OMS, replicando la estrategia de Trump y denunciando el manejo inadecuado de la pandemia que impuso «cuarentenas perpetuas» devastadoras para la nación.
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La Casa Rosada oficializó la medida a través de su portavoz Manuel Adorni, quien transmitió las directrices presidenciales al cuerpo diplomático. El argumento central combina el rechazo a las políticas sanitarias globales con una férrea defensa de la autonomía nacional en decisiones de salud pública.
Las implicaciones financieras de la salida han sido cuidadosamente evaluadas por el gobierno, que asegura la continuidad de los servicios sanitarios. El ahorro mensual de US$ 10 millones en cuotas, más gastos adicionales de representación, marca un punto de inflexión en la gestión de recursos.
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El pronunciamiento gubernamental lanza una crítica severa contra la organización fundada en la posguerra. Se cuestiona su efectividad durante la crisis sanitaria global, señalando que sus directrices sin fundamento científico desencadenaron una crisis económica comparable a crímenes contra la humanidad.
La experiencia argentina durante la pandemia marcó un récord mundial con 233 días de aislamiento riguroso. Esta política, respaldada por la OMS, generó consecuencias devastadoras: niños sin acceso a educación, trabajadores sin ingresos y un saldo trágico de 130 mil fallecimientos.
El documento oficial desarticula la metodología de la OMS y su resistencia al cambio frente a evidencias contrarias. El gobierno argentino extiende un llamado global para reconsiderar el papel de instituciones supranacionales que exceden sus competencias y comprometen la autodeterminación nacional.
Esta ruptura institucional tiene antecedentes en la visión de Milei, plasmada en su obra «Pandenomics» y fortalecida por la influencia de Trump. El distanciamiento podría extenderse a otros acuerdos internacionales, incluyendo el pacto climático de París.