La administración rusa manifestó este jueves su absoluto rechazo a cualquier iniciativa que contemple la presencia de contingentes militares europeos en Ucrania bajo el pretexto de una misión pacificadora, advirtiendo que sigue con recelo estas propuestas.
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El mandatario británico, Keir Starmer, manifestó su total disposición para desplegar efectivos del Reino Unido en territorio ucraniano, contando con respaldo estadounidense, como medida de garantía ante un eventual acuerdo de cese de hostilidades entre las capitales rusa y ucraniana.
Según revelaciones del Telegraph, Starmer contempla proponer al mandatario estadounidense, Donald Trump, el envío de una fuerza europea inferior a 30.000 efectivos hacia Ucrania, solicitando a cambio protección norteamericana para dicho contingente.
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El vocero presidencial ruso, Dmitry Peskov, calificó la propuesta como inadmisible, argumentando que la participación de fuerzas pertenecientes a un estado miembro de la OTAN representaría implicaciones directas para la seguridad nacional rusa.
«La situación nos genera profunda inquietud, pues contempla el despliegue de contingentes militares, específicamente el potencial envío de fuerzas provenientes de naciones OTAN hacia Ucrania», manifestó Peskov ante la prensa.
«Esta circunstancia adquiere dimensiones completamente distintas en términos de nuestra seguridad», puntualizó. «Mantenemos una vigilancia exhaustiva sobre estos desarrollos”.
La postura rusa ha sido consistente en su oposición a cualquier presencia militar de la OTAN en Ucrania, con el canciller Sergei Lavrov reiterando esta semana que Moscú interpretaría tal despliegue como una «amenaza directa» a su soberanía, independientemente del estandarte bajo el cual operasen dichas fuerzas.
En el marco del diálogo con Estados Unidos celebrado el martes en Riad, la delegación rusa instó a la OTAN a abandonar su compromiso de 2008 sobre una eventual incorporación de Ucrania a la alianza occidental, descartando categóricamente la posibilidad de que contingentes de la OTAN actúen como garantes de paz bajo un eventual armisticio.