Donald Trump sacudió el escenario internacional al sugerir la posibilidad de una Ucrania bajo dominio ruso, mientras exige una compensación millonaria por la ayuda proporcionada. Sus declaraciones a Fox News llegan en vísperas de una crucial reunión entre el presidente Zelensky y el vicepresidente estadounidense J.D. Vance.
++ Elon Musk y Trump quieren sustituir a los funcionarios de EEUU por Inteligencia Artificial
El presidente republicano no sólo cuestionó el futuro de la soberanía ucraniana, sino que también reveló sus intenciones de recuperar la inversión americana mediante el acceso a las codiciadas tierras raras del país eslavo. “Pueden terminar siendo rusos o no”, declaró Trump, justificando su postura pragmática con la necesidad de garantizar los intereses estadounidenses.
La guerra, que se acerca a su tercer aniversario, podría dar un vuelco significativo con el posible retorno de Trump al poder, quien ha prometido poner fin rápidamente a lo que él denomina una “carnicería”. Su propuesta incluye una exigencia sin precedentes: 500 mil millones de dólares en tierras raras como compensación.
++ Despidos masivos en Meta: más de 3.600 empleados despedidos
Zelensky, mostrando una disposición calculada, ha señalado la apertura de Ucrania a inversiones estadounidenses en estos recursos estratégicos, aunque advirtiendo que parte significativa de estos yacimientos se encuentra en territorios ocupados. El líder ucraniano, tradicionalmente reacio a negociaciones, ha confirmado preparativos para un encuentro con Trump, aunque sin fecha definida.
Mientras tanto, la diplomacia sigue su curso con la próxima visita del enviado especial Keith Kellogg a Ucrania, y la participación de Zelensky en la Conferencia de Seguridad de Múnich, donde se reunirá con el vicepresidente Vance.
En el terreno, la realidad es sombría. Rusia continúa su avance en Donetsk, dejando tras de sí ciudades devastadas. La situación humanitaria se agrava con temperaturas bajo cero y ataques a infraestructuras críticas, como el reciente ataque a instalaciones de gas que ha forzado restricciones en el suministro eléctrico.
A las puertas del tercer año de conflicto, las posiciones parecen cada vez más polarizadas. Mientras Zelensky insiste en garantías de seguridad concretas y rechaza cualquier acuerdo que no incluya protección militar firme, Putin mantiene sus exigencias territoriales y la prohibición de que Ucrania se una a la OTAN.
El Kremlin no ha tardado en capitalizar las declaraciones de Trump, con su portavoz Dmitri Peskov afirmando que “una parte significativa” de Ucrania desea la integración con Rusia, alineándose así con la narrativa del expresidente estadounidense.
Esta crisis multifacética refleja no solo un conflicto territorial, sino también una lucha por recursos estratégicos y una redefinición del orden geopolítico mundial, donde las declaraciones de Trump añaden un nuevo nivel de incertidumbre al ya complejo panorama internacional.