Un raro avistamiento sorprendió a Clóvis Cruvinel, fotógrafo y profesor de la UFT. Durante una puesta de sol en Aliança do Tocantins (Brasil), vio una guacamaya canindé con lutinismo. Esta enfermedad genética reduce la melanina y deja al ave con un color blanquecino.
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El avistamiento tuvo lugar en un árbol lleno de guacamayas. Entre las ramas secas, notó algo diferente. “Noté algo blanco entre ellas y me di cuenta de que era un pájaro con lutinismo. Me emocioné mucho porque sabía que estaba ante un registro muy raro y uno de los más importantes de mi carrera”, explicó a G1.
El ave se integró en el grupo. Según el fotógrafo, volaba junto a un guacamayo sin lutinismo y no mostraba signos de rechazo. Este es el tercer caso documentado en el estado.
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El primero ocurrió en 2012, en Brejinho do Nazaré. Dos años después, el mismo individuo fue visto en Porto Nacional. El biólogo Wanieulli Pascoal estudió el guacamayo y siguió sus apariciones. Desgraciadamente, años después, el ave fue encontrada muerta.
Condición genética
El experto explica que la afección puede ser genética. “El lutinismo ocurre debido a un gen recesivo, que sólo se manifiesta cuando el polluelo hereda una copia de este gen de cada uno de sus padres. Si muchos individuos de la población son portadores de este gen de forma ‘oculta’ (lo que llamamos heterocigoto, cuando el ave sólo tiene una copia del gen recesivo), es posible que nazcan ocasionalmente individuos con lutinismo”, explica Wanieulli. A pesar de ello, el fenómeno es más frecuente en cautividad.
Registros como éste son valiosos para la ciencia. Además de revelar detalles genéticos, nos ayudan a comprender cómo interactúan las aves. Para Clóvis, la fotografía de naturaleza desempeña un papel esencial.
“Nos permite frenar y darnos cuenta de la belleza que nos rodea, algo que a menudo pasamos por alto con las prisas de la vida cotidiana. Además de transmitir paz y alegría, la fotografía de naturaleza fomenta el conocimiento y refuerza la importancia de preservar la vida que nos rodea”, concluye.