La pequeña Maeve nació sin ojos debido a una enfermedad extremadamente rara llamada anoftalmia bilateral. Sus padres, Darrah O’Sullivan y Vince Greenaway, no descubrieron el diagnóstico hasta el día después del parto. Al principio se sorprendieron, pero pronto se tranquilizaron al saber que su hija no tenía ningún otro problema de salud. Desde entonces, han aprendido a sobrellevar la situación y a apoyar el desarrollo de la niña.

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Para ayudar a sus cuencas oculares a crecer, Maeve recibió conformadores. Más adelante llevará prótesis oculares del mismo color azul que las de su hermana gemela, Orla. Sus padres garantizan que la ceguera no será un tabú en la familia. Aprenderán braille juntos y darán a su hija todo el apoyo que necesite para vivir una vida plena. Según Darrah, Maeve es feliz y próspera, y ver el mundo de otra manera no es algo malo.

La adaptación supuso un reto, pero la familia recibió apoyo de instituciones especializadas. Maeve tiene especialistas que la ayudan con la movilidad y el juego táctil. Los padres también se han puesto en contacto con otras familias que están pasando por la misma experiencia. Creen que la enfermedad de su hija no será un obstáculo para que consiga lo que se proponga.

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Para concienciar sobre la anoftalmia bilateral, Vince participará en el Maratón de Londres de 2025. Él y sus cuñadas ya han recaudado más de 12.000 libras para la causa. La iniciativa nació del deseo de ayudar a otras familias y demostrar que la ceguera no define a una persona. Maeve tendrá retos, pero crecerá rodeada de amor y apoyo para superar cada uno de ellos. El caso se dio a conocer en el periódico Independent.