El 2 de enero, una recién nacida fue abandonada en una caja de seguridad de Ocala (Florida). Vincent, el bombero de guardia que respondió a la alarma, encontró a la niña envuelta en una manta rosa y con buen aspecto. Él, que llevaba 10 años luchando por tener hijos, decidió adoptar al bebé y, con el apoyo de su esposa Katy, llevó el caso al hospital, donde inició el proceso de adopción.
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El bombero compartió su historia, conmovido por el encuentro que cambió su vida. “La cogí y la abracé. Nuestros ojos se encontraron y eso fue todo. La amé desde ese momento”, recordó en una entrevista con Today. La bebé, llamado Zoey, tenía un biberón y parecía tranquila.
En el hospital, el también paramédico escribió una carta en la que detallaba su deseo y el de su mujer de adoptar a la niña. “Le expliqué que mi mujer y yo llevábamos diez años intentando tener un hijo. Dije que habíamos tomado todas las clases en el estado de Florida y que estábamos registrados para adoptar. Lo único que necesitábamos era un niño”, explicó.
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Cuando por fin llamó a su mujer, la emoción se apoderó de ella. “Le dije: ‘No te emociones demasiado todavía. Temía no poder quedarme con Zoey y que se la llevaran a otro sitio. Fueron días muy difíciles, la forma en que la encontré… Eso fue Dios ayudándonos”, dijo.
El bombero comparte su historia para dar un poco de consuelo a la madre biológica de Zoey. “Queremos que sepa que su hija está bien cuidada y es amada más allá de las palabras”, afirmó. El hospital reveló más tarde que el cordón umbilical de Zoey había sido atado con un cordón de zapato.
Actualmente hay 148 Safe Haven Baby Boxes en Estados Unidos, y 31 bebés han nacido sanos y salvos. Estas cajas tienen temperatura controlada y están diseñadas para facilitar el traslado del bebé.