Un irlandés de 33 años acusado de asesinar a su novia en España podría ser juzgado en Irlanda tras un sorpresivo giro en el caso. Keith Byrne, inicialmente procesado en España por el estrangulamiento de Kirsty Ward en su hotel de Costa Dorada, enfrentaba una posible condena de 21 años.

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Las autoridades españolas han ofrecido a Irlanda la oportunidad de juzgarlo, lo que abriría la posibilidad de una condena perpetua si es declarado culpable en su país natal. Los tribunales irlandeses tienen jurisdicción sobre asesinatos cometidos en el extranjero por ciudadanos irlandeses, ampliada en 2019 a residentes habituales en Irlanda.

«La oferta ya está sobre la mesa y un ‘sí’ de Irlanda sería suficiente. Si Dublín decide tomar el caso, estaríamos contemplando una extradición», explicó una fuente judicial española.

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Las cadenas perpetuas en España, introducidas en 2015, solo existen para crímenes específicos como asesinatos dentro de organizaciones terroristas o de menores de 16 años. El tipo de asesinato del que se acusa a Byrne no está cubierto por esta legislación.

Según fuentes españolas, los abogados involucrados tienen opiniones radicalmente diferentes sobre esta posibilidad. «Un grupo de abogados se opone a la idea y los otros no», indicó un funcionario, sugiriendo que la propuesta ha causado fricción.

Aunque no se ha confirmado oficialmente, es probable que la defensa de Byrne prefiera el juicio en España para evitar enfrentar cadena perpetua en Irlanda.

En noviembre se reveló que Byrne, quien permanece en prisión preventiva en España, había sido acusado del asesinato de su novia de Dublín Sur tras su arresto hace casi dos años. La acusación sostiene que estranguló a Kirsty con el cable de una plancha para el pelo horas después de que ella terminara la relación tras una discusión.

Los fiscales alegan que actuó con intención de matar porque no podía aceptar el fin de su relación de ocho meses y aprovechó su «fuerza superior» en un espacio del que la víctima no podía escapar fácilmente.

Byrne ha mantenido su inocencia desde su arresto el 2 de julio de 2023, afirmando que encontró a Kirsty tendida con una ligadura en el cuello e intentó reanimarla.