El presidente ucraniano Volodymyr Zelensky declaró con rotundidad sobre la inminente caída de Vladimir Putin durante un encuentro con Emmanuel Macron en París. La afirmación se produce en medio de crecientes especulaciones sobre el estado de salud del líder ruso.
Rumores persistentes apuntan a posibles condiciones médicas de Putin, incluyendo síntomas sugestivos de enfermedades neurológicas y oncológicas. Observadores han reportado señales como temblores en las manos, inestabilidad motora y cambios significativos en la apariencia física del presidente ruso.
Zelensky aprovechó el momento para enfatizar la estrategia rusa de prolongación del conflicto y diseminación de divisiones internas. El líder ucraniano reforzó la necesidad de un apoyo occidental continuo y consistente para contrarrestar las tácticas rusas.
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En el escenario internacional, las naciones de la OTAN están evaluando estrategias de apoyo militar y posibles medidas de mantenimiento de la paz. La incertidumbre sobre el futuro de Putin se cierne como un elemento determinante en el desarrollo del conflicto ucraniano.
La declaración de Zelensky representa un momento significativo de presión diplomática y psicológica contra el régimen ruso. Sus palabras sugieren una expectativa de cambio inminente en el contexto geopolítico actual.
