Un auténtico terremoto diplomático. La justicia española ha humillado al gobierno de Lula y al Tribunal Supremo al denegar por unanimidad la extradición del activista de Bolsonaro Oswaldo Eustáquio – y ha ido más allá: ha llamado a la Interpol para impedir que se produzcan nuevos intentos de detención internacional en base a la petición rechazada. La información bomba fue revelada por la columna de Paulo Cappelli en el portal Metrópoles.
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Tres jueces de la poderosa Audiencia Nacional española concluyeron que las acciones de Eustáquio tenían una clara motivación política y que extraditarlo supondría un riesgo de persecución por sus opiniones contra el gobierno brasileño. La decisión, hecha oficial el lunes 14 de abril, también suspende todas las medidas cautelares impuestas durante el proceso y pone fin a la cooperación entre los países en el caso.
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El tribunal español también señaló que diputados federales brasileños habían denunciado supuestos malos tratos sufridos por Eustáquio en Brasil, algo que pesó en la decisión. Ahora, con la actualización de sus antecedentes por parte de Interpol, cualquier alerta internacional contra Eustáquio quedará anulada, blindándole por completo.
