Las predicciones de la vidente búlgara Baba Vanga siguen suscitando curiosidad y debate, incluso casi tres décadas después de su muerte en 1996. Conocida por anticipar supuestamente acontecimientos históricos como los atentados del 11 de septiembre y el ascenso de China como potencia mundial, la vidente supuestamente hizo sombrías predicciones para 2025, entre ellas terremotos devastadores, conflictos en Europa y una grave crisis económica.
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El 28 de marzo de 2025, un terremoto de magnitud 7,7 sacudió Myanmar y partes de Tailandia, causando miles de muertos y destrucción generalizada. Además, Tonga, en Oceanía, sufrió el impacto de un temblor de 7,1 grados, seguido de alertas de tsunami. Estos sucesos han reavivado el debate sobre las predicciones de Baba Vanga, sobre todo porque se dice que advirtió de «terremotos devastadores» este año.
Entre las profecías atribuidas a Baba Vanga se encuentran.
- 2025: Un gran conflicto en Europa que provocaría una reducción significativa de la población del continente.
- 2028: La Humanidad comenzaría a explorar Venus en busca de nuevas fuentes de energía.
- 2033: El deshielo de los casquetes polares provocaría una drástica subida del nivel del mar.
- 2076: El comunismo se extiende por todo el mundo.
- 2130: La humanidad entra en contacto con civilizaciones extraterrestres.
- 3005: Guerra entre la Tierra y una civilización marciana.
- 3797: La Tierra se volvería inhabitable, obligando a los humanos a buscar un nuevo hogar en otro sistema estelar.
- 5079: El fin del mundo.
Aunque no existen pruebas científicas de estas predicciones y muchos expertos cuestionan su autenticidad, las profecías de Baba Vanga siguen intrigando al público. Acontecimientos recientes, como el terremoto de Myanmar, han llevado a algunos a reflexionar sobre la posible exactitud de sus visiones. Sin embargo, es esencial abordar estas profecías con escepticismo y tener en cuenta la falta de pruebas concretas que las respalden.
La figura de Baba Vanga sigue rodeada de misterio, y sus predicciones continúan siendo objeto de fascinación y debate, reflejo del eterno deseo humano de comprender y anticipar el futuro.
