La estadounidense Tammy Myers, de 43 años, pensaba que su mayor batalla había sido vencer al cáncer de mama. Sin embargo, el mayor reto de su vida estaba aún por llegar: verse obligada a adoptar a sus propios hijos biológicos para ser reconocida como madre legal en el estado de Michigan, en Estados Unidos.
Tras el diagnóstico de cáncer y la confirmación de que ya no podría quedarse embarazada, Tammy y su marido, Jordan, decidieron perseguir su sueño de ser madres mediante gestación subrogada. En 2020 conocieron a Lauren Vermilye, madre de dos hijos, que se sintió conmovida por la historia de la pareja y se ofreció voluntaria para gestar los embriones.
El embarazo dio lugar a dos gemelos, Eames y Ellison, nacidos prematuramente el 11 de enero de 2021. Sin embargo, lo que se suponía que iba a ser un momento de felicidad se convirtió en un drama legal: en virtud de la legislación estatal vigente desde 1988, los contratos de gestación subrogada se consideraban inválidos en Michigan, lo que impedía que Tammy y Jordan fueran reconocidos automáticamente como padres legales, a pesar de ser los padres biológicos.
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Sin autoridad legal sobre sus hijos, la pareja no podía tomar decisiones médicas ni incluirlos en su plan de seguro médico. “Todavía estaban intentando que mis dos bebés respiraran, y yo estaba furiosa”, dijo Tammy a WWMT en una entrevista. “Deberíamos haber estado viviendo uno de los momentos más felices de nuestras vidas, pero el miedo y la carga financiera eran abrumadores”.
Sólo después de un largo y agotador proceso legal -que incluyó investigaciones del FBI e inspecciones de viviendas- Tammy y Jordan consiguieron la custodia permanente de sus hijos, casi dos años después de su nacimiento.
La experiencia llevó a la pareja a convertirse en activistas de la causa, iniciando una campaña para cambiar la legislación. El esfuerzo dio como resultado la aprobación de la Ley de Protección de la Familia de Michigan, que entró en vigor el 1 de abril de este año, y que permite a los padres biológicos que recurren a la gestación subrogada obtener el reconocimiento legal estando aún embarazados.
“Significa mucho para mí saber que ninguna familia tendrá que pasar por lo mismo que nosotros”, declaró Tammy a la revista People. Según la abogada Melissa Neckers, amiga de la familia, la nueva legislación habría evitado toda la angustia: “Si la ley ya hubiera existido cuando nacieron los gemelos, habrían tenido una orden judicial anticipada. Nada de esto habría ocurrido”.
Ahora Tammy tiene una misión: además de seguir presionando para conseguir cambios similares en otros estados, quiere recaudar fondos para ayudar a los enfermos de cáncer que deseen tratamientos de fertilidad. También espera que sus hijos, ahora cuatro, crezcan orgullosos del papel que desempeñaron en esta transformación. “Creo que ésa es mi mayor esperanza”.
