Miguel Rafael, un niño trans de 7 años, recibió su primer documento de identidad con el nombre con el que se identifica. Su madre, Cinthya Cristina, compartió el logro en las redes sociales, destacando el proceso que condujo a la expedición del nuevo documento de identidad y su apoyo incondicional a su hijo. El registro se hizo oficial el 27 de marzo, tras un proceso extrajudicial con apoyo jurídico.
++ Dos parejas de gemelos utilizan Inteligencia Artificial para recrear a sus futuros hijos
La decisión de cambiar su nombre se produjo después de que Miguel preguntara, durante una visita al colegio, por qué su antiguo nombre seguía figurando en los documentos oficiales. Según su madre, el malestar de su hijo la impulsó a buscar información sobre el proceso de rectificación. Al tratarse de un menor, fue necesario un informe psicológico, que inicialmente encontró resistencia por parte del profesional responsable de su seguimiento.
“Aunque sabemos que no existe el informe de identidad de género -entre otras cosas porque ser trans no es una enfermedad-, el informe psicológico es un derecho del paciente y su familia”, dijo Cinthya en entrevista con la revista Crescer. La madre también hizo hincapié en su preocupación por evitar que su hijo pasara vergüenza: “Fui sola a por el documento para asegurarme de que todo estaba bien antes de entregárselo”.
Tras confirmar que el DNI estaba listo y correcto, la madre celebró el momento en las redes sociales con un post que se hizo viral. En el texto, hablaba de su continuo apoyo a su hijo y de la importancia de reconocer la identidad de Miguel. “Tu nombre es más que letras en un papel: es la victoria de ser quien eres, incluso cuando es difícil Hoy, ver esta foto tuya, sonriendo con tu DNI en las manos, con tu nombre estampado, me recuerda que cada batalla merece la pena”, escribió.
La repercusión generó el apoyo de otras familias, pero también ataques en las redes sociales. Cinthya denunció haber recibido mensajes de odio que cuestionaban su custodia y su derecho a mantener a su hijo. “La gente que no conoce nuestra historia se siente con derecho a atacar y cuestionar mi amor como madre”, dijo.
Subrayó que el proceso no consiste en anticipar el futuro, sino en garantizar el bienestar de su hijo en el presente. “No estoy haciendo nada demasiado pronto. Sólo estoy siguiendo su tiempo, respetando su identidad”, dijo. “Ser la mamá de Miguel me ha enseñado que amar es, ante todo, escuchar. Estoy aquí para que crezca respetado, acogido y libre”, concluyó.