El gobierno de México ha comenzado a recibir deportados no mexicanos desde Estados Unidos, informó este lunes la presidenta Claudia Sheinbaum. Esta decisión marca un cambio respecto a su postura anterior, que se oponía a aceptar personas extranjeras deportadas bajo las políticas migratorias del gobierno estadounidense.
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De acuerdo con Sheinbaum, México recibió más de 4,000 deportados en la última semana. «La gran mayoría» de estos eran ciudadanos mexicanos, aunque el grupo también incluyó extranjeros enviados en cuatro vuelos de deportación organizados por Estados Unidos con aeronaves civiles.
Pese a la creciente presión de las políticas migratorias implementadas por Donald Trump, Sheinbaum aseguró que no se ha registrado un incremento «sustancial» en el número de deportados aceptados por México desde que Trump asumió la presidencia.
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Anteriormente, Sheinbaum había dejado claro que su gobierno no apoyaba la reactivación del programa «Permanecer en México» impulsado por Trump. Este programa obliga a los inmigrantes no mexicanos a esperar en territorio mexicano mientras sus casos son procesados por las autoridades estadounidenses.
