Primeramente hay que tomar conciencia de los gastos inconscientes. Por ejemplo, deshazte de esa membresía de gimnasio si no lo estás usando, o si prefieres llevar comida al trabajo en lugar de comer afuera, hazlo. (Foto: Instagram)
Incluso, organizando tus comidas semanales no solo podrás ahorrar comprando todos los días almuerzo en restaurantes, también harás un uso más consciente del gasto de las compras en el súper. (Foto: Instagram)
¿Ese café que te compras todos los días? Es pertinente que sepas que evitando esta práctica podrás ahorrar incluso hasta US$1,000 al año. (Foto: Instagram)
Retomar las mesadas, sí… esas mismas que recibías de tus padres cuando eras más joven. Pero con una variante, esta vez será una mesada que te des a tí mismo. (Foto: Instagram)
Este es el llamado “Pay yourself first”. Significa todos los meses determinar una cantidad del salario, la suma que sea más razonable teniendo en cuenta los gastos fijos, y dejarla en la cuenta bancaria, a modo de fondo de ahorro. Al principio puede ser difícil evitar gastarla, pero de mantenerse el hábito, pronto se verá el resultado. (Foto: Instagram)
Simplifica tu estilo de vida. Es mucho lo que puedes ahorrar comprando en cantidades, o incluso recortando en gastos mínimos como comprar ese último labial de tu marca favorita. ¿Es realmente necesario tenerlo? ¿Puedes vivir sin él? (Foto: Instagram)
Compara los gastos de los diferentes servicios. Algo tan sencillo como ver cuál compañía telefónica ofrece mejores tarifas o las diferentes tasas de interés hipotecarios, puede ser una gran diferencia entre ahorrar unos cuantos ceros o gastar unos cuantos ceros. (Foto: Instagram)
Existe algo llamado el desafío de las 52 semanas. Consiste en ahorrar una cantidad de dinero diaria, por un año (52 semanas) y es realmente una actividad que todos podemos llevar a cabo. La cantidad la fijas tu, de acuerdo con un monto totalmente alcanzable. (Foto: Instagram)
Usa aplicaciones que te ayudarán a ahorrar. Muchas personas las subestiman, pero estas apps realmente funcionan. (Foto: Instagram)
Existen muchas en el mercado, por mencionar sólo algunas tenemos: Splitwise, TrackMySPEND, Track My GOALS, o Money Brilliant. (Foto: Instagram)
Vende lo que no uses. Divide todos aquellos objetos y ropa entre los que puedes donar y los que puedes vender. Inscríbete a algún mercado de las pulgas de tu ciudad y sacale un dinero extra a esos pantalones que tienes más de un año que no usas, o a esa mesa que té que está llevando polvo en el depósito. (Foto: Instagram)
Divide tus gastos mensuales regulares y clasifica sus pagos por semana, quincena o mes. (Foto: Instagram)
Clasifica tus gastos como aquellos que son “urgentes” y aquellos otros “no urgentes”. Sin embargo, el hecho de que no sean urgentes no significa que no deban hacerse. (Foto: Instagram)
Puedes probar tomar pequeños trabajos, que requieran un mínimo esfuerzo y que signifiquen una entrada de dinero extra, como por ejemplo aplicaciones que ofrecen recompensas en efectivo por tomar cuestionarios y encuestas. (Foto: Instagram)
Asiste a actividades gratis, así ahorrarás mucho en pagar idas al cine, al teatro o a conciertos. (Foto: Instagram)
En épocas como las que vivimos actualmente es muy complicado ahorrar. Atrás quedó el tiempo en el que nuestros padres podrían tener su vida prácticamente organizada -financieramente hablando- antes de llegar a los 30 años.
Ahora, la vida se mueve completamente a otro ritmo. Son cada vez menos los jóvenes que salen de sus hogares a vivir bajo su propio techo, por ejemplo, y son cada vez más las deudas que adquirimos.
Sin embargo, a través de mucha constancia, fuerza de voluntad y saludables hábitos de gastos es impresionante la cantidad de dinero que podemos ahorrar, y veremos los resultados prácticamente al año de poner estos consejos a prueba.
Para lograrlo, más que respondernos a la pregunta de “¿cuánto debo ahorrar?” la que debemos hacernos es “¿para qué quiero ahorrar?”. Fijando una meta clara, y alcanzable, los resultados estarán a la vista.
Así que no te pierdas estos infalibles trucos para ver cambiar tus finanzas para mejor, en un abrir y cerrar de ojos, con pequeños cambios de hábitos de consumo en tu día a día.