Las Kardashian se han visto obligadas a cerrar todas sus tiendas DASH

Antes de Keeping Up With Kardashian, antes de que Kim se convirtiera en una magnate del maquillaje, o de que Khloé fuera dueña de su propia marca de jeans, existía DASH.

La santísima trinidad Kardashian abrió la primera sucursal de su cadena de tiendas de ropa en su natal Calabasas justo un año antes de que el show que las lanzaría a la fama internacional debutara en 2007.

Pero DASH, que en alguno momento fue parte importante del icónico programa de telerrealidad, está lejos de ser lo que un día fue.

“Después de 12 años, mis hermanas y yo hemos decidido cerrar las puertas de nuestras tiendas DASH,” Kim Kardashian West anunció el jueves desde su sitio web. “Abrimos nuestra primera tienda como una familia en 2006, y desde entonces hemos creado recuerdos que durarán para toda la vida. Desde abrir sucursales en Los Ángeles, Miami y Nueva York, hasta tener el show spinoff Dash Dolls, [DASH] ha sido una parte enorme de nuestras vidas.”

Kardashian aludió este fracaso esta decisión empresarial a las inmensas y numerosas obligaciones que ella y sus hermanas tienen, cada una con sus empresas y en sus vidas personales, haciendo imposible que tengan tiempo para dedicarle a DASH.

“Amamos haber creado DASH, pero en los últimos años todas hemos crecido mucho individualmente,” justificó Kim. “Hemos estado ocupadas dirigiendo nuestras propias marcas, al mismo tiempo que somos mamás y balanceamos nuestro trabajo y nuestras familias. Sabemos en nuestros corazones que es tiempo de seguir adelante.”

Y aunque Kim, Kourtney y Khloé aseguran que todas tienen cosas mejores que hacer por el momento, varios medios apuntan a otras cuestiones, como los elevados precios de alquiler de los locales, o que el éxito de DASH no fue el que las hermanas Kardashian esperaban.

Sea lo que sea, esto se siente como el fin de una era.