Leandro de Souza, de 35 años, conocido como el hombre más tatuado de Brasil, ha iniciado el proceso de eliminación de los tatuajes de su rostro. La vida del fotógrafo cambió después de que su búsqueda de trabajo se hiciera viral en las redes sociales.
Compartió su historia en Instagram, desde su difícil infancia, su pasado con las drogas hasta su conversión al evangelismo. La repercusión de su historia llevó a la creación de un fondo para traerlo desde Bagé, en Rio Grande do Sul, hasta São Paulo.
En São Paulo, Leandro fue acogido por un salón de tatuajes de Franco da Rocha, que le ofreció un servicio gratuito de eliminación con láser a cambio de un documental sobre su vida.
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El 14 de abril, día de su cumpleaños, Leandro celebró un año libre de drogas y cigarrillos, así como más de tres años sin alcohol.
El estudio presentó a Leandro a sus seguidores, creyendo que la eliminación de los tatuajes le ayudaría a encontrar trabajo y a hacer realidad sus sueños.
La segunda sesión de eliminación de tatuajes faciales tuvo lugar el 3 de julio, con ocho sesiones previstas cada tres meses para eliminar todos los tatuajes de su cuerpo, que estaba tatuado en un 95%.
El Instagram de Leandro está lleno de posts sobre el proceso de eliminación, testimonios en su iglesia y homenajes a su madre.
Atribuye gran parte de su cambio de vida al ingreso de su madre en una residencia de ancianos y a la pérdida de su tutela. Quitándose los tatuajes para conseguir un trabajo estable, quiere reestructurar su hogar para poder traerla de vuelta.
