La isla de Buton, en el sureste de Sulawesi (Indonesia), ha atraído la atención de personas de todo el mundo gracias a una inusual característica de los habitantes de una de sus tribus: ojos azul eléctrico. Según algunos estudios recientes, la rareza de este color en un país donde la mayoría de la población tiene los ojos y el pelo oscuros está relacionada con una enfermedad genética llamada síndrome de Waardenburg.
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Este síndrome afecta a la pigmentación y puede causar, además de ojos claros, pérdida de audición y manchas más claras en el pelo o la piel. La afección es hereditaria, se transmite como un rasgo autosómico dominante, lo que significa que basta con que uno de los progenitores sea portador del gen para que se manifieste en su descendencia. Según estimaciones médicas, Waardenburg afecta aproximadamente a 1 de cada 42.000 personas en todo el mundo.
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La prevalencia del síndrome entre los habitantes de Buton se hizo más visible después de que lo registrara el geólogo y fotógrafo aficionado Korchnoi Pasaribu. Originario de Yakarta, visitó la isla en septiembre de 2023 y tomó una serie de fotografías captando los rasgos de los habitantes con esta afección genética. Compartió las imágenes en su perfil de Instagram y los registros no tardaron en hacerse virales. «Conozco a esta tribu desde 2019, pero ha sido ahora cuando he conseguido fotografiarlos. Me sentí muy satisfecho de haberlo hecho», dijo.
Pasaribu, que trabaja en una mina de níquel y se dedica a la fotografía como hobby, dijo que los ojos azules siempre le han inspirado, y conocer a la tribu Buton fue una oportunidad única para registrar una característica tan poco común. «Los ojos azules son únicos y siempre me llaman la atención. Para mí, son los más bellos», declaró.
Generalmente se creía que la presencia de ojos claros en Indonesia estaba vinculada a los descendientes de los colonizadores europeos que pasaron por el archipiélago durante el periodo colonial. Sin embargo, en el caso de los butoneses, la ciencia ha revelado un escenario diferente. El síndrome de Waardenburg, que afecta directamente a la pigmentación de los ojos, es la explicación del color azulado, y no existe una relación predominante con el mestizaje. Además, en algunos casos, el síndrome puede causar heterocromía, es decir, que la persona tenga los ojos de distinto color.
A pesar de las implicaciones médicas de la enfermedad, como la pérdida de audición en algunos individuos, la tribu Buton sigue conservando sus tradiciones y su forma de vida. Las comunidades indígenas de la isla están divididas en grupos más pequeños, y los afectados por el síndrome de Waardenburg forman una pequeña parte de la población local.