El huracán Milton podría ser el peor de los últimos 100 años en Estados Unidos, advirtió el Presidente Joe Biden en una declaración oficial.
Biden instó a los residentes de Florida que viven en la trayectoria más probable de la tormenta a abandonar sus hogares inmediatamente.
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“Es una cuestión de vida o muerte”, dijo el presidente estadounidense.
Biden informó de que los vientos ya habían alcanzado los 280 kilómetros por hora y que la tormenta podría ser ‘devastadora’ y prolongada.
Milton sigue siendo considerado un huracán ‘extremadamente peligroso’, pese a haber bajado de categoría 5 a 4 en las últimas horas, mientras avanza por las aguas del Golfo de México en dirección a Estados Unidos.
En su último informe, el Centro Nacional de Huracanes (NHC) de EEUU señala que el huracán presenta vientos máximos sostenidos de 240 km/h.
Su trayectoria prevista indica que alcanzará la costa oeste de Florida la noche del miércoles 9 de octubre o la del jueves 10 de octubre, hora local, según el NHC.
El ciclón se ha intensificado de forma ‘explosiva’ en 24 horas, ya que acababa de alcanzar la categoría 1 el domingo por la tarde.
“Esta es una situación muy grave y los residentes de Florida deben seguir de cerca la orientación de los funcionarios locales de gestión de emergencias”, dijo el NHC en un comunicado el martes 8 de octubre.
“Las evacuaciones y otros preparativos deben completarse hoy (martes). Milton tiene el potencial de ser uno de los peores huracanes jamás registrados en el centro-oeste de Florida”.
El NHC advirtió que Milton podría causar una marejada ciclónica con olas de más de tres metros en algunas zonas de la costa.
En el oeste de Florida, las agencias gubernamentales estatales y federales están llevando a cabo una de las mayores evacuaciones desde el huracán Irma en 2017.
Desde el lunes, los condados en la zona de impacto potencial -como Charlotte, Citrus, Hillsborough, Lee, Manatee y Pasco- comenzaron a emitir órdenes de evacuación obligatoria.
Se espera que Milton se debilite ligeramente el miércoles antes de golpear la costa cerca de la bahía de Tampa, aunque sigue siendo un huracán mayor de al menos categoría 3.
Los huracanes se dividen en cinco categorías en función de la velocidad del viento.
Según el Servicio Meteorológico Nacional de EE.UU., los huracanes de categoría 3 o superior se consideran huracanes de alta intensidad debido a su potencial para causar pérdidas de vidas humanas y daños considerables.
La mayor evacuación desde 2017
Esta nueva emergencia se produce apenas diez días después de que el huracán Helene -el más mortífero en Estados Unidos desde el Katrina en 2005- azotara el sureste del país, causando la muerte de al menos 225 personas.
El jefe de la División de Gestión de Emergencias de Florida, Kevin Guthrie, instó a los residentes a prepararse para la ‘mayor evacuación que hemos visto probablemente desde 2017 con el huracán Irma’.
Los aeropuertos de Tampa y Orlando han anunciado que las operaciones podrían suspenderse mientras pasa la emergencia, por lo que han pedido a los viajeros que reajusten sus planes esta semana.
El gobernador de Florida, Ron DeSantis, ha asegurado que se están tomando medidas para restablecer el suministro eléctrico y despejar las carreteras tras el paso de Milton.
Subrayó que se esperan graves daños cuando Milton azote el estado.
DeSantis también instó a los residentes a tener un plan para una situación de emergencia, advirtiendo de evacuaciones obligatorias y voluntarias.
Dijo que “no se prevé ningún escenario en el que no tengamos impactos significativos”.
En Tampa, el martes había largas colas en supermercados y gasolineras para repostar antes de la llegada del huracán.
Otros buscaban sacos de arena para proteger sus casas de posibles inundaciones.
La llegada del nuevo huracán se produce mientras el gobierno federal estadounidense trabaja en las labores de limpieza tras el paso del huracán Helene.
Cientos de carreteras de las zonas afectadas permanecen cerradas, lo que dificulta el envío de ayuda a las comunidades de Florida, Georgia y Carolina del Norte.
Helene azotó la costa a finales de septiembre como huracán de categoría 4, dañando estructuras, provocando inundaciones repentinas y dejando sin electricidad a millones de hogares.