Esta semana, Fawzia Amin Sido, iraquí de 21 años, fue rescatada tras pasar diez largos años cautiva en la Franja de Gaza. Fue secuestrada por militantes del Estado Islámico (EI) cuando tenía 11 años.

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Fawzia fue secuestrada en 2014. Ese año, el ISIS esclavizó a miles de mujeres y niños yazidíes. Como resultado, los militantes se llevaron a Fawzia de su casa y la traficaron a Gaza. Desde entonces, su familia y la comunidad yazidí viven en la incertidumbre sobre su destino.

Estados Unidos, por su parte, dirigió la operación de rescate, con el apoyo de las autoridades iraquíes, israelíes y jordanas. El proceso de liberación duró así más de cuatro meses. Durante este tiempo, los implicados se enfrentaron a muchas dificultades, principalmente debido a la situación de seguridad en Gaza, consecuencia de la ofensiva militar israelí. Silwan Sinjaree, jefe de gabinete del ministro de Asuntos Exteriores iraquí, declaró que los anteriores intentos de rescate habían fracasado.

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Aunque las autoridades no han dado a conocer detalles de la operación, David Saranga, director del departamento de diplomacia digital del Ministerio de Asuntos Exteriores israelí, confirmó en X que las fuerzas de seguridad israelíes habían liberado a Fawzia.

Además, mencionó que los militares habían matado recientemente al responsable del secuestro, lo que permitió escapar a la joven. Al rescatar a Fawzia, las fuerzas de seguridad comprobaron que gozaba de buena salud física, pero mostraba signos de trauma debido al tiempo que había permanecido cautiva y a la difícil situación humanitaria en Gaza.

Reencuentro de la joven con su familia

Tras su rescate, la joven se reunió con su familia en el norte de Irak. El momento quedó registrado en un emotivo vídeo que circula por las redes sociales. 

Este caso revela la tragedia a la que se enfrentan los yazidíes y la resiliencia y esperanza que muestran cuando tratan de recuperar sus vidas tras experiencias tan dolorosas. Desde 2014, más de 6.000 yazidíes han sido capturados.

A pesar de los esfuerzos de rescate que han ayudado a más de 3.500 personas a recuperar su libertad, alrededor de 2.600 siguen desaparecidas, según las autoridades iraquíes.