El Día del Respeto a las Personas Mayores es una festividad japonesa que se celebra anualmente el 16 de septiembre para honrar a los ciudadanos mayores del país.
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Este año, Guinness World Records ha celebrado la ocasión visitando a la persona viva más anciana del mundo, Tomiko Itooka (nacida el 23 de mayo de 1908).
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En el día de la entrega del premio (16 de septiembre de 20124), Tomiko tenía 116 años y 116 días.
Tomiko, que para la ocasión vestía su color favorito, el verde, se agarró a la mano de nuestro representante Kaoru Ishikawa, que le leyó el certificado en voz alta.
Tomiko expresó después su agradecimiento diciendo ‘arigato gozaimasu’ (muchas gracias).
La acompañaba su segundo hijo, Hiroshi Kai, quien dijo que nunca imaginó que su madre se convertiría en la persona más anciana del mundo, y se sorprendió mucho cuando ella recibió el récord.
Hiroshi compartió con ella gratos recuerdos de visitas a templos, una actividad que solían hacer a menudo.
Añadió que Tomiko también solía pasear a la orilla del mar y escalar montañas sola, disfrutando de hacer las cosas de forma independiente.
Tomiko se hizo con los títulos de mujer viva de más edad y persona viva de más edad el mes pasado, tras la muerte de Maria Branyas Morera, de 117 años.
Nacida en Osaka durante el reinado del emperador Meiji, era la mediana y la hija mayor de su familia.
Después de la escuela primaria, Tomiko asistió a un instituto femenino donde formó parte del equipo de voleibol.
Se casó a los 20 años y tuvo dos hijas y dos hijos, así como muchos nietos y bisnietos.
Tomiko tenía 32 años cuando Japón entró en la Segunda Guerra Mundial, y durante ese tiempo dirigió la oficina de la fábrica textil de su marido, además de cuidar de todos sus hijos.
Tras la muerte de su marido en 1979, Tomiko vivió sola en la prefectura de Nara y disfrutaba haciendo senderismo y escalada.
A menudo escalaba el monte Nijo y en dos ocasiones hizo cumbre en el monte Ontake, de 3.000 metros de altura.
Budista devota, completó la peregrinación Saigoku Kannon (un viaje a 33 templos de la región de Kansai) a los ochenta años.
Y con 100 años, sigue siendo capaz de subir los escalones de piedra del santuario de Ashiya sin la ayuda de un bastón.
En la actualidad, Tomiko es la 23ª persona más anciana de la historia, y pasará al puesto 21 dentro de poco menos de dos semanas.
La persona más anciana jamás autentificada fue Jeanne Calment (Francia), que vivió hasta los 122 años y 164 días.