El grifo de Rüppel (Gyps rueppelli) impresiona por alcanzar una altitud de 37.000 pies, o unos 11.278 metros, superando a otras aves migratorias. Esta marca se registró en 1973, cuando un avión avistó al ave en vuelo. Además, su estructura, con alas anchas y un cuerpo robusto, le permite tal rendimiento.

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Esta especie, originaria de África, vive en sabanas y montañas, donde busca cadáveres para alimentarse. Su dieta, compuesta de animales muertos, desempeña un papel crucial en la limpieza del ecosistema, manteniendo la naturaleza sana y equilibrada. Asimismo, la capacidad del ave para volar a altitudes extremas refleja sus increíbles adaptaciones. Estas habilidades le permiten recorrer largas distancias y acceder a alimentos en regiones remotas.

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Sin embargo, a pesar de su papel esencial en el ecosistema, el buitre leonado de Rüppel se enfrenta a importantes retos, como la pérdida de hábitat y el envenenamiento. Por encima de todo, la especie está considerada «casi amenazada» por la UICN, lo que subraya la necesidad de medidas urgentes de conservación.