El presidente sirio derrocado por las fuerzas rebeldes, Bashar al-Assad, y su familia han llegado a Rusia, donde las autoridades les han concedido asilo político, informó el domingo 8 de diciembre una fuente del Kremlin, citada por las agencias de noticias rusas.
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“Assad y su familia han llegado a Moscú. Rusia les ha concedido asilo por razones humanitarias”, declaró la fuente a las agencias estatales de noticias TASS y Ria Novosti. Esta fuente también indicó que Rusia ya está en contacto con los rebeldes sirios y que sus líderes «han garantizado la seguridad de las bases militares y las instituciones diplomáticas rusas en Siria».
Rusia, principal aliado de Bashar al Assad junto a Irán, se implicó militarmente en el conflicto sirio en 2015. Moscú mantiene una base naval en Tartous y un aeródromo militar en Hmeimim.
Moscú está evaluando lo que la caída de Bashar al Assad podría significar para las relaciones bilaterales entre Rusia y Siria. “Rusia siempre ha estado a favor de una solución política a la crisis siria. Partimos de la necesidad de reanudar las negociaciones bajo los auspicios de la ONU”, declaró la misma fuente del Kremlin.
Según el representante adjunto de Rusia ante la ONU, Dmitri Polianski, Moscú ha solicitado una reunión urgente a puerta cerrada del Consejo de Seguridad de la ONU sobre la situación en Siria para el lunes 9 de diciembre por la tarde. Según declaró en Telegram, “aún no se han medido la profundidad y las consecuencias (de los acontecimientos en Siria) para el país y toda la región”.
Los líderes celebran la caída de Assad
El presidente de Estados Unidos, Joe Biden, festejó el domingo la caída de Bashar al Assad del poder en Siria, afirmando que su marcha representa una «oportunidad histórica» para los sirios. “Finalmente, el régimen de Assad ha caído”, dijo Biden durante un discurso en la Casa Blanca, citando “un acto fundamental de justicia” y una “oportunidad histórica” para que los sirios “construyan un futuro mejor”.
Según Joe Biden, Bashar al-Assad debe rendir cuentas de sus actos. El presidente estadounidense también advirtió de los «riesgos e incertidumbres» que podrían derivarse de esta nueva situación. Biden subrayó que «algunos de los grupos rebeldes» en Siria tienen un «historial de terrorismo». Aun así, Estados Unidos «hablará con todos los grupos sirios» sobre la transición de poder, añadió Biden.
El domingo, el secretario general de la ONU, Antonio Guterres, también celebró «la caída del régimen dictatorial» de Bashar al Assad en Siria y reiteró su llamamiento a proteger «los derechos de todos los sirios». Según el comunicado, “tras (casi) 14 años de guerra brutal y la caída del régimen dictatorial, el pueblo sirio puede aprovechar hoy una oportunidad histórica para construir un futuro estable y pacífico”.
El primer ministro británico, Keir Starmer, fue otro de los líderes internacionales que saludó la caída de un «régimen bárbaro» en Siria, pidiendo el «restablecimiento de la paz y la estabilidad». “El pueblo sirio ha sufrido demasiado tiempo bajo el bárbaro régimen de Assad y celebramos su marcha. Nuestra prioridad ahora es garantizar que prevalece una solución política y que se restablecen la paz y la estabilidad”, declaró Keir Starmer en un comunicado.
A su llegada el domingo por la noche a Emiratos Árabes Unidos para una visita al Golfo que le llevará también el lunes a Arabia Saudí, Starmer indicó la posibilidad de «discutir la situación en Siria con los aliados regionales». “Es muy importante que haya un acuerdo político”, continuó. “Hay que proteger a los civiles y a las minorías”, añadió el jefe del Gobierno británico.
La guerra civil en Siria, que ha dejado más de 500.000 muertos, comenzó en 2011 con la sangrienta represión de las protestas antigubernamentales.