El pasado jueves 26 de diciembre, astrónomos del proyecto Atlas, en Hawai, detectaron y comenzaron a vigilar un pequeño asteroide de unos ocho metros de diámetro. Según los expertos, el objeto sigue una trayectoria muy cercana a la Tierra mientras orbita alrededor del Sol.
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El asteroide, bautizado como A11gr7A, se desplaza por una región ocupada por satélites artificiales. Esta proximidad llamó la atención de los investigadores, que iniciaron análisis detallados para comprender su comportamiento y los posibles riesgos asociados.
Marcelo De Cicco, coordinador del proyecto Exoss, señaló que, aunque está relativamente cerca, el asteroide tiene una probabilidad muy baja de entrar en la atmósfera terrestre. Esta información tranquiliza a la comunidad científica y al público en general.
De Cicco explicó que si el asteroide penetra en la atmósfera, probablemente se vaporizará o fragmentará en trozos más pequeños. “Estos fragmentos se convertirían en meteoritos, que probablemente no causarán daños significativos”, concluyó el investigador. La información procede de la página web de la Uol.