Un ataque significativo llevado a cabo por Ucrania el martes desencadenó incendios en instalaciones industriales y energéticas de diversas regiones rusas, según informaron autoridades de ambos países.

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Impacto del ataque en el territorio ruso

Los bombardeos alcanzaron regiones clave como Tatarstán y Sarátov, situadas a cientos de kilómetros de la frontera ucraniana. En la región fronteriza de Briansk, Ucrania asumió la autoría de un ataque con misiles contra una planta química en Seltso, conocida por producir explosivos para las fuerzas rusas.

El Ministerio de Defensa de Rusia declaró que el ataque fue llevado a cabo utilizando seis misiles estadounidenses ATACMS y seis misiles británicos Storm Shadow, todos los cuales, según afirmaron, fueron interceptados sin causar víctimas. No obstante, una fuente del Servicio de Seguridad Ucraniano (SBU) contradijo esta versión, asegurando que los misiles impactaron directamente en el complejo, generando un incendio de grandes proporciones.

Otros objetivos reportados incluyeron una planta química en la región de Tula, cerca de Moscú, un depósito de municiones en un aeródromo de Egels en Sarátov, y una refinería de petróleo en la misma zona. Asimismo, en las afueras de Kazán, Tatarstán, un ataque con drones ucranianos habría incendiado un depósito de gas, según informaron las autoridades locales a través de Telegram, sin que se reportaran heridos.

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Respuesta y declaraciones

Mientras tanto, el representante ucraniano Andrei Kovalenko, jefe del Centro de Lucha contra la Desinformación, criticó abiertamente las fallas en el sistema de defensa antiaérea ruso. En Telegram, enfatizó que “refinerías de petróleo, depósitos de combustible y fábricas de componentes militares son esenciales para las operaciones del ejército ruso. Sin estos recursos, no podrán sostener una guerra intensa”.

Por su parte, Rusia ha prometido represalias sistemáticas ante cualquier ataque occidental con misiles en su territorio. Entre las medidas barajadas, Moscú ha amenazado con atacar directamente el centro de Kiev o desplegar su misil hipersónico experimental, conocido como Oreshnik.

Escalada del conflicto

Desde el inicio del conflicto en febrero de 2022, Ucrania ha intensificado los ataques contra infraestructuras militares y energéticas de Rusia, a menudo como represalia por los bombardeos rusos sobre territorio ucraniano. Ambos bandos han incrementado sus acciones en un aparente intento de reforzar sus posiciones antes de la investidura del presidente electo de Estados Unidos, Donald Trump, el 20 de enero.

Trump, quien ha expresado su intención de negociar un fin al conflicto lo antes posible, representa un factor estratégico en la escalada actual, ya que ambas partes buscan asegurar una ventaja antes de las eventuales negociaciones de paz.

Situación en Ucrania

En el frente interno, las fuerzas ucranianas informaron el derribo de 58 drones lanzados por Rusia. No obstante, los ataques rusos continuaron afectando la región de Kharkiv, donde un hombre de 52 años murió como resultado del fuego de artillería, según las autoridades locales.

Simultáneamente, las fuerzas rusas reivindicaron la captura de Terny y Neskuchne, dos localidades del este de Ucrania que habían sido liberadas previamente por tropas ucranianas en octubre de 2022 y junio de 2023, respectivamente.